El Barcelona ha cumplido los pronósticos y se ha metido en 'su' final después de superar al Caja Laboral en el que ha sido sin duda el mejor partido de lo que llevamos de Copa. Los de Ivanovic dieron la cara hasta el final e incluso se vieron con opciones de ganar, pero en el último cuarto se toparon con la mejor defensa de Europa, y ante eso, nada se puede hacer.
Cinco puntos anotaron los vitorianos en el último cuarto, lo que permitió que el Regal se llevara el choque por un resultado final (66-57) algo engañoso a tenor de lo visto en la cancha. Aunque no hay duda de que fueron los locales quienes más hicieron para lograr el triunfo. Y eso que apenas contaron con Navarro. El escolta se marchó sin anotar ninguno de los nueve tiros que lanzó.
El choque arrancó de manera espectacular. No podía ser de otra manera, visto el ambiente que envolvía el Palau, con las dos aficiones más numerosas de la competición. Ambos conjuntos lograron imponer sus defensas, pero el Caja Laboral, dirigido de nuevo maravillosamente por Prigioni, fue el que mejor se adaptó a la situación.
Si el argentino era el que organizaba, Maciej Lampe y Fernando San Emeterio -que parecían dos jugadores nuevos, con poco o nada que ver con los que jugaron el jueves- fueron los encargados de anotar. Por suerte para el Barcelona, Lorbek también decidió ponerse el mono de trabajo, desquiciando a un Teletovic al que superó en todo momento en ambas canastas.
De ese modo, los de Xavi Pascual consiguieron marcharse al primer descanso por encima en el marcador (19-18). Sin desmerecer a Heurtel, una de las claves de que el conjunto azulgrana le hubiera dado la vuelta al marcador fue la ausencia de Pablo Prigioni. Por eso, el argentino regresó a la cancha al poco de arrancar el segundo cuarto. Y el Caja Laboral volvió a ponerse por delante.
A pesar de ello, del despertar anotador de Teletovic -seis puntos-, y del pobre bagaje de Juan Carlos Navarro -0 de 5 en tiros de campo-, debido sobre todo a una gran defensa de Pau Ribas, el Barcelona tiró de oficio y logró cerrar el primer periodo uno arriba en el marcador. El 34-33 con el que se llegó al descanso propició que durante el arranque del tercer cuarto se viviera el columpio, con los dos equipos adelantándose en el tanteo en cada ataque. Precioso. El Palau continuó disfrutando de lo lindo de un digo espectáculo.
No fue hasta los compases finales cuando, gracias sobre todo al acierto de Teletovic y, ahora si, Heurtel, el Caja Laboral logró abrir una brecha de cuatro puntos (48-52) con la que arrancó el último cuarto. Pero poco duró la alegría a los de Ivanovic. En apenas dos minutos los de Xavi Pascual se habían vuelto a colocar por delante (55-54). Ya no iban a ceder.
Porque si algo caracteriza a este Barcelona es la defensa. Y en este último periodo, cuando más necesario es, volvió a exhibir su enorme potencial, dejando al Caja Laboral en dos puntos anotados en más de cinco minutos. Ello, unido a un arranque explosivo de Mickeal –un 2+1, un tapón y una asistencia casi consecutivos- otorgó a los azulgrana una distancia, 8 puntos, que ya iba a ser insalvable.