Los futbolistas viven al límite y las lesiones forman parte de su profesión. Todo jugador sabe que tarde o temprano tienen que llegar. Lo que uno nunca se espera es que se produzcan fuera del terreno de juego, como le ocurrió a Éver Banega, del Valencia, que fue atropellado por su propio coche cuando paró a repostar en una gasolinera.
Estas son algunas de las lesionas más llamativas:
Santi Cañizares - El portero del Valencia se perdió el Mundial del 2002 después de que, supuestamente, se le resbalase un frasco de colonia en su habitación del hotel, que le dañó seriamente el pie cuando trató de evitar que impactase con el suelo.
Carlos Busquets - El que fuera portero del Barcelona también vivió una lesión extraña. La versión oficial, dada por el propio futbolista, decía que se había quemado las manos mientras estaba planchando; la extraoficial, que fue tras un accidente de moto, medio de transporte prohibido entonces para todos los futbolistas del Barcelona.
Alessandro Nesta - Otra leyenda viva del fútbol también fue noticia fuera de los terrenos de juego. A veces, el tiempo libre puede pasar factura a los futbolistas, o eso pensarían los dirigentes del Milan tras conocer la lesión del jugador. El central italiano tuvo que ser operado de la muñeca debido al exceso de tiempo que dedicaba a jugar a la Play Station.
Carlos Tévez - Cuando debía debutar con el Manchester City, el argentino se resbaló mientras se estaba duchando en la habitación del hotel donde se encontraban concentrados, y al caer se golpeó fuertemente un tobillo que ya tenía tocado. A los pocos minutos estaba tremendamente inflamado, y tuvieron que llevarlo al hospital.
Rio Ferdinand - Se perdió un partido por atender el teléfono. El internacional inglés, acostumbrado a luchar con delanteros de casi dos metros de altura, reposaba en el sofá y veía la televisión cuando se estiró para contestar una llamada y el esfuerzo le costó una lesión de rodilla.
Sergio García - Un gol, -sí, un gol suyo- le apartó de poder ayudar a su equipo durante un mes en el objetivo de la permanencia. El delantero catalán, radiante de felicidad tras adelantar a su equipo en el partido, decidió lanzarse de rodillas sobre el césped, al más puro estilo de la Premier. Le costó muy caro al delantero español.
Thierry Henry - Festejó el empate de su equipo, ante Dallas, lesionando, involuntariamente, al portero rival. El francés estalló de júbilo con el gol y quiso volver a chutar el balón contra la red, con la mala fortuna de que apareció el guardameta rival para agarrar el balón y Henry le golpeó en la rodilla.
Julien Escudé - Durante uno de sus paseos diarios con su perro, éste tiró de la correa y la rodilla del francés se resintió.
Jari Litmanen - El exjugador de Barcelona y Ajax, entre otros equipos, vio como, durante un stage con su selección, un ojo se le ponía negro por culpa de una lata de Coca-Cola mal abierta por un compañero.
Lisandro López - El delantero del Olympique de Lyon se perdió el partido de Champions ante el Real Madrid por un cabreo. Pocos días antes, Puel, su entrenador, le comunicó que iba a ser suplente en un partido de Liga, y el argentino se agarró tal mosqueo que fue a chutar un balón con tanta rabia que sufrió una elongación en los isquiotibiales.
Darren Bent - El delantero del Aston Villa se cortó el tendón de una mano mientras pelaba unas cebollas en su etapa en el Tottenham.
Leroy Lita - El delantero del Middlesbrough se lesionó en la cama, mientras se estiraba después de una buena siesta.
Estas son algunas de las lesiones que conocemos en el mundo del fútbol, donde no sólo hay que tener cuidado con la agresividad de los rivales sino con todo el peligro que puede estar fuera de los terrenos de juego.