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Controversia en Estados Unidos por la oleada de suicidios en la NFL

Tres exjugadores de la NFL se han suicidado en los últimos tres meses y todos ellos guardan relación con la polémica de los traumas.

Esta semana se ha confirmado el fallecimiento por suicidio de Junior Seau, de 43 años, una de las estrellas de la National Football League (NFL) en la década de los 90. El exapoyador (linebacker) fue un jugador estelar durante 13 temporadas con los Chargers, a los que llevó a la única Super Bowl que han jugado, en 1994, para luego pertenecer a las franquicias de los Dolphins de Miami y Patriots de Nueva Inglaterra.

Seau fue encontrado muerto este semana por una herida de bala en el pecho en su casa en California y la autopsia ha concluido que se trata de un suicidio. La familia ya ha decidido donar su cerebro a la ciencia para que se investigue los daños derivados de los traumas craneales que sufren estos deportistas con la práctica del fútbol americano.

Junior sufrió innumerables conmociones como jugador defensivo durante su carrera de 20 años dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), de acuerdo con declaraciones que ha realizado a varios medios locales su exmujer, Gina.

Sin embargo, la exesposa de Seau también admitió que desconoce si las conmociones dañaron el cerebro de Junior, porque "era un verdadero guerrero, siempre se reponía y enseguida continuaba jugando".

Varios suicidios

El caso de Junior Seau no es el primero que tiene lugar en exjugadores de la NFL. De hecho, es la tercera muerte por suicidio de jugadores retirados de la liga americana en poco más de un año, la segunda en una semana. Las dos muertes anteriores, de Ray Easterling y Dave Duerson, ya han sido vinculadas a la larga polémica que rodea a este deporte por los traumas de cráneo.

Tampoco es la primera vez que un deportista se suicida con un disparo en el pecho para no dañar su cerebro y así donarlo a la ciencia. Dave Duerson, por ejemplo, falleció el 17 de febrero de este año por una bala en el pecho, y dejó una nota en la que establecía que deseaba donar su cerebro para el estudio de las lesiones de la cabeza en el fútbol americano, informa la BBC.

Por su parte, Ray Easterling, encontrado muerto el 19 de abril pasado, había interpuesto una demanda contra la NFL por lesiones vinculadas a las conmociones cerebrales que sufrió.

Una larga polémica

Seau desarrollaba en su equipo la labor de una linebacker, una posición clave en la defensa. "Esto quiere decir que, a medida que el juego se desarrollaba frente a él, Seau tenía que estar frecuentemente en el punto de impacto", indica Mike Carlson, experto en fútbol americano a la BBC.

Las frecuentes lesiones que sufren este tipo de deportistas a causa de los impactos que reciben en la cabeza ha dado lugar a una larga polémica en los Estados Unidos que ha llevado a numerosos estudios, debates e, incluso, una audiencia en el Congreso estadounidense.

"Todos los que juegan fútbol americano saben que eventualmente tendrán que pagar un precio con este deporte y que al final tendrán problemas", reflexiona el experto en NFL.

Más de 1.300 jugadores retirados han interpuesto más de 60 demandas contra la NFL, acusada de no haber advertido a los jugadores sobre el riesgo que supone la práctica deportiva.

La conmoción cerebral -la lesión más común en estos jugadores- por lo general ocurre cuando la cabeza se acelera rápidamente y se detiene de súbito. Este violento sacudimiento del cerebro puede provocar que las neuronas sufran una "despolarización", un cambio en su potencial eléctrico que provoca que sus neurotransmisores se disparen todos al mismo tiempo.

Las muertes están relacionadas

Los estudios han mostrado que una persona que sufre una conmoción tiene más riesgo de sufrir problemas neurológicos y cognitivos a largo plazo.

"Creo que es inevitable, por la forma como se encontró a Junior Seau muerto con un tiro en el pecho y dejando intacto su cerebro, que su muerte sea vinculada a estas lesiones" explica el experto en NFL Mike Carlson.

"También hay otros paralelos, porque tanto la exesposa de Dave Duerson como la novia de Junior Seau habían hablado de muchos problemas, como depresión, insomnio, cambios violentos de estado de ánimo. Y ambas atribuyeron estos cambios a los daños causados en el cerebro", agrega.

Los estudios, encaminados al mismo sitio

Se han realizado varios estudios sobre el peaje que los jugadores de la NFL tienen que pagar en un futuro. Una investigación en 2007 de la Universidad de Carolina del Norte llevada a cabo con 595 jugadores retirados de la NFL, encontró que los que habían sufrido tres o más conmociones en la cancha mostraron 20,2% más riesgo de tener depresión.

La propia NFL no se ha mantenido al margen de esta polémica y en 2009 comisionó una investigación al Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan que encontró que los jugadores retirados de fútbol americano habían sido diagnosticados con enfermedades neurológicas como Alzheimer o trastornos similares vinculados a la memoria con mucho más frecuencia -19 veces más- que la población general.

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