Mark Cavendish, el mejor esprinter del pelotón, vuelve a estar en la picota. Muchas son las críticas que se han vertido sobre el británico por las continuas ayudas recibidas en el transcurso de las etapas de media montaña desde hace años, y en este Giro de Italia no iba a ser menos.
En la sexta etapa, con tres subidas de tercera categoría y una de segunda, Cavendish no podía más. No había rueda a la que pudiera agarrarse, ni alimento que pudiera darle esa energía que le hacía falta. Pero tenía que llegar dentro del tiempo de control, porque aún quedaban esprints que ganar.
Entonces, como destaca la página ciclista Cobbles and Hills, es cuando el británico realiza sus trampas, según sus rivales, algo habitual y sin importancia según su equipo. El caso es que de repente aparece alguien de su equipo, el Sky, para empujarle en un duro tramo.
También aficionados empujaron al británico que, con sufrimiento, sacrificio y esas ayudas, consiguió llegar a tiempo. Poco después, lograba otra victoria de etapa. Y ya van tres en este Giro.