Otro robo como el del tercer partido era difícil de repetir. Recomiendo un psiquiatra a San Emeterio.
Y esta vez no ha hecho falta reprender públicamente a los árbitros, han aprendido ellos solitos.
2 - 1, ¡ et voila !, 2 -3. Sin cambiar de árbitros, los mismos para los dos últimos partidos. ¡ Cualquiera arriesga !.
Me alegro profundamente (como decía un tal tomiza cuando perdía el RMB)...jojojojo.