Fernando Torres, Llorente, Álvaro Negredo... Durante los últimos días se venía especulando quién iba a ser el delantero centro de la selección española durante el debut contra Italia en la Eurocopa. Al final, ninguno de los tres. Vicente del Bosque sorprendía a propios y extraños al hacer jugar de inicio a Cesc Fábregas, un centrocampista convertido en delantero, como falso nueve, por delante de Iniesta y David Silva.
Cesc fue el autor del tanto del empate frente a la azzurra al aprovechar un gran pase interior de Silva y batir a Gianluigi Buffon. El barcelonista neutralizaba así el tanto que Antonio Di Natale había logrado tres minutos antes (1-1).
Sólo diez minutos después de haber marcado su gol, a los 73, Cesc fue sustituido por Fernando Torres. En los 17 minutos que estuvo en el césped del Arena Gdansk, el Niño dio más velocidad al juego de la selección española, aunque falló dos claras ocasiones de gol: primero, en un mano a mano en el que Buffon le ganó la partida con picardía e inteligencia; luego, al no levantar la cabeza y ver la entrada de Jesús Navas por la derecha. De haber recibido la pelota, el sevillano se hubiera quedado con toda la portería vacía para marcar. Pero Torres optó por una vaselina demasiado fuerte que acabó marchándose por encima del larguero.
El experimento de Del Bosque de colocar a Cesc como falso nueve funcionó a medias, pues España tuvo la pelota pero no llegó a concretar ocasiones de gol que tal vez un nueve nato sí hubiera rematado. Lo intentó demasiado por el centro, casi siempre con Iniesta protagonizando las jugadas de ataque. Además, como escribe el exfutbolista Isidoro San José en las páginas de Libertad Digital, "a España le faltaba en el ataque un referente que parase a los dos centrales italianos y, como consecuencia, dejaba las bandas descubiertas".
De cara al partido del jueves contra Irlanda, al técnico salmantino le asaltan más que nunca las dudas: ¿mantendrá a Cesc en el equipo titular o apostará por un ariete puro, entre el propio Torres, Negredo y Llorente?
Lo cierto es que la convocatoria de Fernando Torres para la Eurocopa ha sido una incógnita a lo largo de los últimos meses, aunque los títulos de la Champions y la Copa inglesa ganados por el Chelsea, unidos al gol que el delantero de Fuenlabrada marcó al Barcelona en el Camp Nou, en la vuelta de semifinales de la máxima competición continental (2-2), le han acabado valiendo el billete para Polonia y Ucrania.
Mientras tanto, muchos siguen acordándose de la decisión de Del Bosque de dejar fuera de la lista a dos jugadores que han cuajado una gran temporada como el valencianista Roberto Soldado o Adrián López, del Atlético de Madrid.