Ruth Beitia, con dos medallas mundiales y cuatro europeas bajo techo en su largo historial, se ha colgado al fin la primera al aire libre, la de oro en los Europeos de Helsinki, superando con matrícula de honor su asignatura pendiente, justamente el año en que pondrá fin a su carrera deportiva.
Una marca de 1,97 al tercer intento en una final de altura sin un solo fallo hasta entonces concedieron el título a la capitana de la selección española en Helsinki, que mete a España en el medallero. La noruega Tonje Angelsen (1,97) y la sueca Emma Green (1,92) subieron con ella al podio.
La atleta cántabra empezó en 1,85, altura que superó limpiamente, igual que los 1,92. Se puso al frente del concurso cuando rebasó el listón en 1,95, siempre a la primera. Con ese registro ya tenía segura, al menos, la medalla de plata, porque sólo la noruega Tonje Angelsen lo había saltado, aunque tenía un nulo en 1,89.
Beitia se jugó la medalla de oro en un mano a mano con Angelsen frente al listón en 1,97 metros, altura que nunca había superado la noruega. Esta vez sí lo hizo, a la tercera. La española necesitaba, por tanto, saltarlo para recuperar el primer puesto, y lo hizo en su última tentativa, igualando su marca del año. Ninguna de las dos pudo luego con 1,99.