Y es verdad: a los españoles se les trata bien en Francia, o al menos tienen un servicio de hostelería educado y amable, y la gente en general muestra un tono más cordial y educado que aquí. En España es donde se trata mal a los españoles, empezando por los asnos de los camareros, los conductores de autobús, los taxistas, muchos funcionarios...y no digamos las televisiones nacionalistas catalana, vasca o valenciana.
Venga hombre.
Los guiñoles lo que tienen que hacer es seguir dando leña a los deportistas españoles, para que estos sigan dándonos las poquitas alegrías que tenemos. Y si ya de paso nos siguen dando leña al país entero y eso nos sirve de revulsivo, pues a lo mejor hasta hay que agradecerlo.
¿De quién se puede reir un país que ha tenido un presidente aupado sobre unas vergonzosas y humillantes alzas?.