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Costa de Marfil y Egipto disputarán la final de la Copa de África tras eliminar a Nigeria y Senegal

Un gol de Didier Drogba, delantero del Chelsea, ha dado a Costa de Marfil el billete para la final de la vigésimo quinta edición de la Copa de África, que se disputará el próximo viernes en El Cairo, al imponerse a Nigeria (1-0). La selección de los Elefantes luchará por el título continental ante Egipto, el país anfitrión, que se ha impuesto a Senegal en la segunda semifinal (2-1).

Un gol de Didier Drogba, delantero del Chelsea, ha dado a Costa de Marfil el billete para la final de la vigésimo quinta edición de la Copa de África, que se disputará el próximo viernes en El Cairo, al imponerse a Nigeria (1-0). La selección de los Elefantes luchará por el título continental ante Egipto, el país anfitrión, que se ha impuesto a Senegal en la segunda semifinal (2-1).

L D (EFE) El jugador del Chelsea, estrella de un conjunto tácticamente muy cohesionado pero nada brillante en cuanto a la creación de juego, marcaba en el inicio de la segunda mitad el único tanto de un partido trabado y poco vistoso, en el que dominó el miedo a no perder con el que salieron ambos contendientes. Didier Drogba aprovechaba un profundo pase en diagonal para ganar la espalda de un defensor y, en posición dudosa, controlar con calidad el esférico, progresar unos metros y batir por bajo al meta nigeriano.

Una jugada que a lo largo de todo el campeonato he emergido como el único recurso atacante de Costa de Marfil, un equipo musculoso que ha sacado gran rentabilidad a sus dos armas: el rigor táctico y la calidad del estilete del Chelsea. Nigeria, atenazada por la seriedad defensiva de los cuatro defensas marfileños y la solidez del centro del campo rival, nunca pudo romper la maraña tejida e hilvanar el fútbol de salón que atesoran en sus botas sus estrellas, curtidas en las mejores ligas europeas. Ni el delantero del Inter de Milán Obafema Martins, ni el renacido Kanu fueron capaces de trenzar una jugada en el pico del área que llevara el peligro a la meta contraria.

Sólo la entrada en la segunda parte de Okocha dio mayor dinamismo al juego de las Águilas verdes que, pese a demostrar que aún son uno de los mejores equipos de África, se han quedado a un paso de vengar su eliminación en la fase de clasificación del Mundial de Alemania. Okocha saltó al campo minutos después de que Drogba marcara el tanto que a la postre fue definitivo e imprimió mayor profundidad a su equipo, aunque sin que en ningún momento pareciera poner en peligro la victoria de Costa de Marfil.

Sólo un lanzamiento lejano de falta puso el "uy" en la garganta de los ruidosos seguidores nigerianos y cortó por un instante la respiración de los ansiosos marfileños. De ahí hasta el final, escasas ocasiones para las Águilas verdes que quedaron pisoteadas por el avance discreto pero tenaz de los Elefantes marfileños conducidos por el poderoso Drogba, que de nuevo ha hecho méritos para ser considerado el jugador más determinante de esta Copa de África.

Egipto se clasifica para la final ante el delirio de su afición

En la segunda semifinal, Egipto se imponía por 2-1 a Senegal ante el delirio de los 80.000 aficionados que abarrotaban el Estadio Internacional de El Cairo. El partido arrancó muy tenso, pese a la ola que hacían los espectadores, con continuos roces entre los jugadores de los equipos y un sin fin de faltas que impedían el desarrollo del juego de las dos selecciones. En los primeros minutos, ambos equipos se mostraron más preocupados de evitar un tanto en su portería que de lograrlo en la contraria, donde sólo se acercaban con balones largos.

Poco a poco, los Faraones, apoyados por un público enfervorecido que tiñó de rojo el estadio, fueron creando más ocasiones, la mayoría de ellas a balón parado. Un error infantil de Mandy, que despejó con la mano dentro del área, hizo que Egipto, con suspense, se adelantase en el marcador. El centrocampista del Besiktas Ahmed Hassan marcó el penalti, pero el árbitro hizo repetir el lanzamiento por invasión del área. Hassan, sin temor, volvió a acertar en el lanzamiento y adelantó a su equipo en el electrónico ante el delirio de la afición. A partir del gol, Egipto se replegó y comenzó a lanzar contraataques mientras Senegal trataba de controlar el balón y desequilibrar la defensa local mediante el toque.

Poco después de la reanudación, los esfuerzos senegaleses tuvieron recompensa cuando un balón largo de Kamarra fue rematado de cabeza a gol por Niang. El empate llevó el partido a una situación similar a la de los primeros minutos, con los dos equipos temerosos de encajar un tanto que les pondría al borde de la eliminación. Ninguno de los dos conjuntos dispuso, durante casi veinte minutos, de ocasiones de peligro y se limitaban a defender el empate. Sin embargo, la decisión del entrenador egipcio de sustituir a la estrella local, el delantero Mido, consiguió desequilibrar el choque. Mido se enfrentó a su seleccionador a gritos cuando descubrió que iba a ser sustituido. Tuvo que ser sacado del campo y detenido por sus compañeros para evitar que la discusión fuese a mayores.

Pero su sustituto, Zaki, consiguió transformar en gol la primera pelota que tocó. Un centro medido de Aboutrika desde la izquierda hizo que el delantero solo tuviese que colocar la cabeza para adelantar a su equipo y reanimar a su afición, muy silenciosa desde el empate. Senegal, entonces sí, se lanzó a un ataque desesperado que tuvo como réplica tres peligrosas ocasiones egipcias al contraataque. En el minuto 90, el árbitro camerunés no vio como penalti un claro derribo en el área de los Faraones, cuando Kamarra fue zancadilleado por un defensa que no tenía posibilidades de jugar el balón, lo que desató la alegría definitiva a la afición, consciente de que la semifinal no se les escapaba.

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