El Atlético ha mostrado su peor cara, como sucedió el sábado ante el Espanyol, y ha vuelto a ceder en el Manzanares, esta vez ante el Aris (2-3). Como ya perdieron en la ida con los griegos, los rojiblancos tendrán que ganar al Bayer Leverkusen, ya clasificado, en Alemania y esperar un tropiezo del Aris ante el Rosenborg, que no se juega nada.
El Atlético de Madrid, actual campeón de la Liga Europa, cerró la quinta jornada de la fase de grupos contra las cuerdas, sin depender de sí mismo para acceder a la siguiente ronda a falta de un partido, tras una derrota alarmante, en la que el equipo rojiblanco pagó sus regalos defensivos ante un rival menor.
No los desaprovechó el Aris de Héctor Cúper, que se sorprendió tanto con su victoria como los 20.000 espectadores que presenciaron el encuentro y un conjunto que complicó el pase del Atlético hasta el punto de que incluso un triunfo en la última jornada en Leverkusen podría ser insuficiente si el equipo griego gana en su campo al Rosenborg.
Forlán y Agüero remontaron el tanto inicial de Koke, en un nuevo error de De Gea. Parecía que llegaba la tranquilidad al Manzanares cuando en una segunda parte para olvidar, el Aris dio la vuelta al partido. De nuevo, Koke empató el partido y Lazaridis, en otra jugada donde el portero podía haber hecho más, llevó el delirio a los griegos. Los colchoneros están al borde de la eliminación.
Amargo adiós del Getafe
El Getafe abandona la competición, de nuevo, en los últimos minutos. Los azulones han competido muy mal en la Liga Europa, pero su eliminación ha vuelto a ser bastante cruel. Cuando ya acariciaban la victoria en Odense, un tanto en el último minuto ha forzado el empate. Entonces, tenía que esperar un favor del Stuttgart en Suiza. Los alemanes vencían 1-2, pero incomprensiblemente, en los últimos minutos, han remontado hasta ganar 4-2. Habrá polémica porque el partido de Suiza comenzó más tarde por la nieve y, para no adulterar la competición, hubiera sido de justicia retrasar también el partido del Getafe.
En lo estrictamente deportivo, el Getafe dejó escapar tres puntos increíbles ante un rival muy flojo, que vivió de las jugadas a balón parado. El tanto en el descuento de Andreasen, curiosamente de jugada, fue un jarro de agua fría para el equipo de Míchel, que se las prometía felices después de aguantar un resultado muy positivo durante casi todo el duelo. Y es que la inercia de la victoria ante el Sevilla en la última jornada de Liga sirvió para mejorar la cara del Getafe en Europa. Míchel apostó por un once continuista al del partido disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, con la excepción de Juan Albín, que jugó en el lugar del extremo zurdo Jaime Gavilán. Por segunda vez, funcionó.
Se adelantó pronto el equipo azulón gracias a un cabezazo de Pedro Ríos. A partir de entonces, quizá se relajó en exceso el Getafe, que vio cómo Ustari salvaba las acometidas del Odense en un campo totalmente nevado. Pero cuando parecía que el triunfo iba a caer de lado visitante, un tanto de Andreasen heló a los de Míchel, que quedan eliminados.