Portugal quedó prácticamente apeada del Mundial, a expensas de un milagro en forma de carambola rocambolesca, tras empatar a dos con Estados Unidos donde nuevamente los de Jurgen Klinsmann dieron una fantástica imagen, y que sólo un gol in extremis de los lusos evitó que acabara con triunfo americano, tras volver a acusar Portugal de forma clara todos los problemas físicos que le han mermado en su participación en Brasil.
Salió Portugal al Arena Amazonia de Manaos con la clara predisposición de ponerse el partido de cara, para nadar a favor de corriente, conscientes de que verse por detrás en el marcador podría suponer una pesadísima losa para su moral tras el 4-0 ante Alemania en el debut. Y su puesta en escena tan valiente tuvo recompensa en apenas cinco minutos, cuando Nani aprovechó un horrible despeje del central Cameron para fusilar a un Howard que se sabía batido cuando se venció al suelo, dejando todo el ángulo superior de la portería al centrocampista del Manchester United, cuyo certero disparo multiplicaba por mil las opciones de los de Paulo Bento en la competición.
En estas, los americanos estaban irreconocibles, muy lejos del fútbol que solemos ver en la selección de Klinsman, y dicho arranque ya les había costado muy caro. No fue hasta los diez minutos de juego cuando lograron que Beto apareciera por primera vez en un plano televisivo, con una gran internada del lateral diestro Fabian Johnson, que a partir de ahí sería uno de los protagonistas de la primera mitad. Y es que su profundidad por banda junto a su buen disparo generó varias ocasiones de los yankees antes del descanso, varias de ellas en asociación con un Clint Dempsey absolutamente estelar.
Pese a la baja de Altidore, el citado Dempsey, al que se esperaba en Manaos con una máscara protectora para su nariz, y que finalmente jugó a pecho descubierto, fue el perfecto líder para que el equipo de Jurgen Klinsmann acogotara a Portugal durante la siguiente media hora. El delantero del Seattle Sounders, y las incorporaciones a la línea de tres cuartos de Bradley o Jones, junto al apoyo en el costado derecho del mencionado Fabian Johnson generaron un dominio insaciable de los americanos, que merecieron sobradamente el gol, y que lo habrían encontrado de haber tenido algo más de puntería.
Sin embargo, el que tuvo las dos mejores ocasiones antes del descanso volvió a ser Portugal, pero Howard, en dos ocasiones, y el poste, en otra, lograron desbaratar los disparos de Nani y Eder, que bien pudieron ser la sentencia antes del paso por vestuarios.
Pese al bajón en la recta final del primer tiempo, los norteamericanos volvieron a demostrar en la segunda parte que son un rival muy a tener en cuenta. Seguía Fabian Johnson encontrando un enorme agujero en la izquierda de la defensa lusa, que echaba mucho de menos a Coentrao, y por ahí llegaron dos claras ocasiones, una desbaratada por Beto tras rebotar el pase del lateral en Veloso, y la segunda, la más clara del partido hasta el momento, cuando el balón atrás de defensor americano encontró a Bradley, y el remate de éste lo sacó sobre la línea de gol Ricardo Costa.
Todo ello no fue sino el aviso de lo que estaba por venir. En el minuto sesenta y cinco, Jermaine Jones, el perro de presa del centro del campo de los de Klinsmann, se sacó de la manga un disparo descomunal para sorprender a Beto y poner el empate, que dejaba a los portugueses virtualmente fuera del Mundial. Eso sí, lejos de venirse abajo, hay que reconocerle a la selección de Paulo Bento que nunca bajó los brazos, y apenas un minuto después del golazo de Jones, Tim Howard se vistió de superhéroe para salvar un trallazo de Meireles a pase de un inconsistente y lastrado físicamente Cristiano Rolando.
Progresivamente, Klinsmann, aliándose en los cambios y el refresco físico, y contento con el empate, quiso enfriar el partido, y ello pareció hacer a los suyos dar un paso atrás, cediendo la pelota a Portugal. Sin embargo, una rápida contra americana terminó con un balón suelto en el área que Zusi resolvió excelentemente poniendo el balón en el centro de Dempsey, cuya exhibición en la primera mitad encontró la guinda del gol que propulsaba a Estados Unidos directamente a la segunda fase, entre el éxtasis de los suyos y las lágrimas de los vecinos de España, que ya emprendían nuestro mismo camino.
Pero como a toda gran historia, y este partido lo fue, aún quedaría el giro de tuerca maestro del guionista para el final. Los de Bento, tirando del orgullo que les faltó a sus vecinos de península en este campeonato, comenzaron a asediar la portería de Howard, es cierto que con poca puntería, hasta que allá por el noventa y cinco de juego, un medido centro de Ronaldo, su mejor aportación en todo el partido, fue rematado de forma certera por el jugador del Oporto, Varela, al fondo de las mallas, permitiendo a los lusos mantener alguna mínima opción de clasificación, pero cuanto menos vendiendo su eliminación con orgullo, tras un partido sensacional que volvió a rendir homenaje al fútbol en el país en que es religión.
Ficha técnica
Estados Unidos, 2: Howard; Johnson, Cameron, Besler, Beasley; Bedoya (Yedlin, m.72), Beckerman, Bradley, Jones, Zusi (González, m.90); y Dempsey (Wondolowski, m.87)
Portugal, 2: Beto; Joao Pereira, Bruno Alves, Neto, André Almeida (William Carvalho, m.46); Miguel Veloso, Raúl Meireles (Silvestre Varela, mn.69), Joao Pereira; Nani, Hélder Postiga (Éder, m.16) y Cristiano Ronaldo
Goles: 0-1, m.5: Nani; 1-1, m.64: Jones; 2-1, m.81: Dempsey; 2-2, m.94: Varela
Árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Amonestó a Jermaine Jones
Incidencias: Partido de la segunda jornada del grupo G jugado en el estadio Arena da Amazonia, de Manaos