El Real Madrid, vigente campeón de la competición, ha estado representado en Berlín por el director de relaciones institucionales del club, Emilio Butragueño, y dos viejas glorias del equipo como son Paco Gento, el único jugador con seis Copas de Europa en su palmarés, y Amancio Amaro.
"Pido por favor que cuidéis bien la Copa porque el 6 de junio queremos estar aquí", dijo Amancio.
Gento, por su parte, recordó sus gestas como jugador y dijo que si se enfrentasen el Real Madrid de su época contra el actual "al final ganarían los dos".
El presidente de la UEFA, Michel Platini, no pudo asistir a la ceremonia realizada en el ayuntamiento de Berlín debido a la muerte de su madre, por lo que fue representado por el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Wolfgang Niersbach.
"No tengo que ser neutral, le deseo suerte al Bayern", dijo el alcalde gobernador de Berlín, Michael Müller, al recibir el trofeo.
Niersbach inicialmente fue más diplomático y dijo que para él lo importante es ser un buen anfitrión "independientemente de los equipos que jueguen la final" aunque luego reconoció que tenía un deseo claro con respecto a los finalistas. "Es difícil imaginarse una final mejor a un duelo entre el Bayern y el Real Madrid", dijo.
Para que se dé ese emparejamiento, el Bayern tiene que vencer en la semifinal al Barcelona y el Real Madrid al Juventus Turín.
Niersbach dijo que Berlín es una ciudad bien preparada para acoger la final gracias a la experiencia que tiene con las finales de la Copa de Alemania, que se juegan en la capital germana desde 1985.