El Deportivo de La Coruña ha cargado en un comunicado contra la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte por sus propuestas de sanción al club y su falta de diálogo, ha pedido la destitución de su presidente y ha defendido al grupo ultra Riazor Blues, con un historial cargado de incidentes y violencia, de los que dice que no son un grupo violento. De hecho, sus líderes fueron detenidos hace unos meses por dar una brutal paliza. Sólo un ejemplo más de una larguísima lista que los convierten en uno de los grupos ultras más peligrosos de España. El más sonado fue la salvaje pelea que protagonizaron en Madrid contra los ultras del Atlético de Madrid, el Frente Atlético. Amos grupos se citaron para pelearse armados con palos, cadenas y todo tipo de objetos contundentes. La pelea se saldó con varios heridos y la muerte de un integrante de Riazor Blues. Este episodio sirvió para que el Atlético retirase su apoyo al Frente Atlético, pero, por el contrario el Deportivo sigue defendiendo a sus violentísimos ultras. No es la única vez que una pelea de Riazor Blues termina con muertes. Un miembro de este grupo fue condenado por el asesinato de un joven en el Estadio de San Lázaro en octubre de 2003. En los últimos años los clubes españoles han reaccionado y han retirado su apoyo a llos grupos violentos. El Deportivo y su afición, con su continuo respaldo a los Riazor Blues, son la triste excepción, como demuestra el bochornoso comunicado contra la comisión antiviolencia.
En él, el Deportivo responde a Antiviolencia por las propuestas de sanción de las que ha tenido constancia a través de los medios de comunicación y no de la propia Comisión y que tienen su origen en la exhibición en la grada de una pancarta de la Agrupación de seguidores deportivistas RiazorBlues.
Según el equipo que presiden Tino Fernández, "la referida pancarta no incorpora ningún tipo de símbolo ni logo de los recogidos en el catálogo elaborado por parte de LaLiga y se adecua a la Circular nº 20 de la Temporada 2014/2015". El Deportivo dice que "no considera en la actualidad a Riazor Blues como un grupo violento" y además asegura que esta "agrupación" no cuenta "con ningún especial apoyo que resulte diferente o privilegiada del resto de los aficionados".
En "lo referente a la autoría y responsabilidad" derivada de las conductas sancionables, el Deportivo "considera que afectan exclusivamente a la persona física" y que "la condena de comportamientos grupales no encuentra respaldo" en el "sistema penal ni administrativo sancionador en cuanto al sujeto infractor".
El club ha recibido con "sorpresa e indignación progresiva" las noticias de Antiviolencia que le llegan por los medios y que no se notifican hasta "varios meses más tarde" sin saber "de qué se acusa al club". "El problema, en este caso, según parece, es una pancarta que no tiene ningún lema ni símbolo que, ni siquiera lejanamente, se pueda considerar apología de ninguna violencia", añade el Deportivo.
Además, el conjunto gallego recuerda que ha intentado abrir un "diálogo" con Antiviolencia pero no "ha sido tomado en consideración". Apunta también el club que "si se le explica y demuestra cuál es el precepto específico que incumple o la infracción concreta que comete, está dispuesto a reconsiderar sus actuaciones, pero no va a encajar, sin más, acusaciones genéricas ni tampoco aquellas de tan escaso recorrido que bordean el ridículo".
Por todo ello, el Deportivo considera que "el presidente" de Antiviolencia "no puede representar a un órgano cuyos cometidos son de tanta trascendencia para la seguridad de los espectáculos deportivos" y pide "su destitución o cese por las autoridades competentes".