Pablo Machín es el líder indiscutible del Girona. Desde que llegó en 2014, el técnico soriano ha elevado de manera espectacular las expectativas de un club modesto, pero ambicioso. Machín llegó a mitad de temporada con el equipo colista y logró la permanencia en el último partido de ese curso después de sumar 21 puntos de 39 en juego (53,85%).
Una temporada después, el Girona llegó al playoff cayendo en semifinales ante el Zaragoza y al año siguiente perdió la final ante Osasuna. Dos ocasiones de oro para ascender que no han minado la moral del equipo gerundense. A día de hoy son segundos en la tabla y siguen siendo el equipo de moda en la Liga 123.
Pregunta: ¿Cómo se consigue mantener la motivación tras dos ascensos frustrados?
Respuesta: Es muy meritorio lo que hemos hecho estos últimos años. Tenemos que seguir siendo un equipo muy pesado y a partir de esa persistencia tener el premio que hemos visto muy cerca. Pese a todo es complicado ascender, sólo hay que ver la clasificación, y tenemos que vivir del presente. El pasado ya no vale de nada.
P: ¿La regularidad es la base de su éxito?
R: Es uno de los objetivos de la temporada. Tratar de componer un bloque, un equipo y ser competitivos y regulares. Eso es lo que tratamos de hacer. Cada año nos están quitando jugadores, pero es algo lógico. Muchos se muestran en el Girona y luego se tienen que ir. Este año nos ha pasado con siete futbolistas. Cada año nos toca hacer un nuevo bloque y seguir manteniendo nuestras líneas maestras para mantener la base de lo que queremos hacer con el equipo.
P: ¿Hay que ser "pesado" o persistente para subir a Primera?
R: Somos un equipo que, salvando las distancias, en el Girona nos vemos reflejado en el Atlético de Madrid. Sabemos que no tenemos los mejores futbolistas, pero actuando como equipo y dando todo lo que podemos dar en todos los partidos competimos contra cualquiera. En la primera temporada, con 83 puntos, nos quedamos a un gol del ascenso frente al Lugo. Luego lo pagamos en el inicio de la temporada pasada aunque el fruto de nuestra convicción nos llevó nuevamente al playoff. No fue un fracaso perder la final contra Osasuna. Fue un éxito debido a que somos un equipo de media tabla y nos estamos ganando el respeto de todos.
P: ¿Falta aún implicar un poco más a la afición de Gerona?
R: Tenemos que hacer ver a la ciudad lo que queremos conseguir. Todos estamos haciendo un esfuerzo enorme. Siempre digo que no les puedo garantizar que vamos a ganar, pero sí que no van a salir sin valorar lo que hemos hecho. Defenderemos la camiseta hasta el último minuto de cualquier partido. Este escudo es el de toda una ciudad y nos sentimos orgullosos de que nos reconozcan el trabajo bien hecho. Tenemos 6.000 socios, pero pocos días vienen todos. Mejorar eso es un objetivo que me he marcado. Ahora la gente no dice que es del Barcelona o del Espanyol. Dicen que son del Girona.
P: Dos despidos esta semana. ¿Hay poca paciencia en nuestro fútbol?
R: Esto ya lo sabemos y como entrenadores somos conscientes de que aspectos como el respeto al técnico se han ido perdiendo. La gente cree que sabe mucho y más que los entrenadores. El proyecto en el fútbol actual son cuatro partidos y dependes de los resultados. Ahora mismo, somos un club muy estable y nos dejan hacer y trabajar como sabemos. Están teniendo paciencia y viendo lo que hemos hecho en las últimas temporadas no hay razones para tener dudas.