En Dortmund andan moscas con su estrella Aubameyang. El conjunto teutón, harto de los guiños del delantero gabonés al Real Madrid –quiere cumplir la promesa que le hizo a su abuelo español de que un día jugaría en el conjunto merengue–, le prohibió hablar de su futuro con la prensa. Pierre Emerick se descolgó con unas declaraciones que no gustaron nada al Borussia: "Quizás para crecer debería probar fortuna en otro club".
Creen en las oficinas del Signal Iduna Park que Aubameyang anda despistado con los cantos de sirena que recibe de los grandes trasatlánticos del fútbol europeo, intenta tensar la cuerda para forzar un traspaso a final de temporada y su rendimiento en el campo se está viendo afectado.
El entrenador del Borussia, Thomas Tuchel, decidió sentar a su estrella en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League que su equipo perdió ante el Benfica en Da Luz(1-0), tras fallar un penalti. Un hecho que causó sorpresa entre la prensa alemana y que Tuchel justificó de la siguiente manera: "Aubameyang no está al 100% en forma después de la Copa de África y sus gestos no daban a entender que mejoraría tras fallar el penalti. No creo que tuviera problemas con el cambio".
El último encontronazo entre Aubameyang y el Dortmund se produjo este pasado fin de semana. El gabonés sorprendía en el partido contra el Leverkusen (6-2 ganaron los de Tuchel) con un look que hacía llevarse las manos a la cabeza a los dirigentes de su actual equipo. Un logo de Nike pintado en la cabeza. El Borussia tiene un convenio con Puma, lo que genera un conflicto de intereses que puede perjudicar al equipo alemán.
Michael Zorc, director deportivo del Dortmund, lanzaba un aviso en Sky Sports a Aubameyang: "Esto será cosa de su patrocinador oficial, me parece a mí. Esperemos que sea algo puntual. En el club vamos a estudiar seriamente esta situación y tomaremos una decisión".