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China intenta ocultar al mundo sus miserias con una espectacular ceremonia de inauguración

El Estadio Nacional de Pekín ha sido testigo de la mejor ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos. Miles de espectadores han vibrado con un espectacular evento que ha durado más de cuatro horas y en el que la pirotecnia, uno de los grandes inventos de China, ha tenido su lógico protagonismo. Pese a lo bonito del acto, los organizadores no han logrado plenamente su propósito de despolitizar los JJOO y obviar la total falta de respeto hacia los derechos humanos por parte del Gobierno de Hu Jintao.