Además del tropiezo del Barça, que le ha impedido sumar su novena victoria consecutiva, el partido de esta tarde en Getafe (0-0) ha quedado marcado por la lamentable actuación del árbitro Vicandi Garrido.
El colegiado vasco ya fue triste protagonista en la primera parte al tragarse dos penaltis, uno en cada área: primero no vio unas manos claras de Valera ante Messi y, sólo unos segundos después, dejó que Dani Alves se fuera de rositas tras cortar con el brazo un centro de Lafita.
Para terminar de rizar el rizo, Vicandi dejó la traca final para la última jugada del partido. En el minuto 94, Iniesta perdió un balón cerca de su área ante Diego Castro y éste le dio la pelota de primeras a Álvaro Vázquez. Cuando el delantero badalonés se quedaba completamente solo ante Claudio Bravo, el árbitro de Portugalete hizo sonar el silbato para decretar el final del partido. Lógicamente, los jugadores del Getafe protestaron pero sin éxito.
Vicandi, de 28 años y debutante esta temporada en Primera División, ya perjudicó al Real Madrid hace dos semanas en La Rosaleda contra el Málaga (1-2), en la decimotercera jornada de Liga. Además de dejar sin sancionar tres penaltis a favor del conjunto de Carlo Ancelotti, también expulsó a Isco Alarcón por doble amonestación, equivocándose al mostrarle la segunda amarilla al malagueño porque ni siquiera había tocado al rival.
El Comité de Competición sancionó con un partido de suspensión a Isco y el Madrid recurrió sin éxito ante Apelación, que ratificó el castigo, por lo que el jugador de Benalmádena se perdió el siguiente encuentro liguero frente al Celta en el Santiago Bernabéu (3-0).