Seguramente el plan de Simeone en el Trofeo Ramón de Carranza era poner el plan A en una hipotética final contra el otro equipo Primera del torneo, el Málaga, pero su plan B se quedó a las puertas de pelear por el trofeo en el último minuto. Un penalti muy discutible señalado por Pérez Montero hizo ineficaz el plan de Simeone, que tendrá que jugar su once más reconocible en el tercer y cuarto puesto.
Más pruebas y mensaje de Carrasco
Utilizó Simeone el plan B del Atlético de Madrid para la primera semifinal del Carranza y lo hizo con un once que intercalaba suplentes con titulares. Es momento para probar cosas y el Cholo quiso aprovechar la penúltima bala que le queda en pretemporada para lucir fondo de armario.
Ante la baja de Moyá, Bernabé fue el suplente de Oblak en Cádiz mientras que en la defensa sólo Giménez podría tener el cartel de titular para el inicio de temporada. Manquillo en la diestra, Lucas en el centro y Vrsaljko en la izquierda cerraron la zaga. En el centro, Gabi, Augusto, Caio y Carrasco actuaron por detrás de Fernando Torres y Santos Borré.
En la primera parte se vio a un Atlético dominador y omnipresente en el campo. La posesión fue suya, las ocasiones también y todo lo que ocurrió en los primeros 45 minutos lo puso el equipo del Cholo. Sin apenas trabajo en defensa debido a la inoperancia gaditana, los hombres de Simeone jugaron a medio gas y lo hicieron con una comodidad abusiva. Aceleraron cuándo y cómo quisieron y apenas gastaron más fuerzas de las debidas.
Con todo el campo para ellos, los jugadores del Atlético no tardaron demasiado en encontrar la portería del Cádiz y en la primera gran oportunidad que tuvieron se pusieron por delante. Jugada a balón parado, cabezazo en solitario de Augusto al palo y gol de Carrasco en el rebote. Cualquiera le dice al belga que este año también debe ser un revulsivo y no un titular fijo.
El gol a los 13 minutos de juego no provocó ninguna reacción en el Cádiz y el Atlético, sabedor de que el juego pasaba por sus intenciones y no por la de los locales, se dispuso a dominar de la A a la Z todo lo que ocurriría en los siguientes minutos. Buena primera parte de Caio, ganas de Santos Borré y alguna opción de Gabi a balón parado pusieron algo de sal a un partido que necesitaba más por parte de ambos conjuntos.
El Cádiz puso más de su parte
En la reanudación, Simeone mantuvo su esquema y los mismos hombres que empezaron el partido mientras que Álvaro Cervera decidió mover el banquillo para ponerle más ganas a la segunda mitad. Es cierto que el Cádiz tuvo una ocasión muy clara que detuvo Bernabé, pero su mejoría en la intensidad y a la hora de proponer juego apenas se tradujo en ocasiones. El problema es que el Atlético no quiso ni siquiera igualar esa ambición. Los rojiblancos estuvieron muy imprecisos y con el viento jugando malas pasadas a ambos equipos, el fútbol brilló por su ausencia.
El Atlético no encontraba su fútbol, pero tenía la final en la mano. Sólo evitó ese pase al partido definitivo una decisión muy polémica de Pérez Montero. El colegiado intuyó que Saúl tocó el balón con la mano dentro del área y pese a no tener una posición clara para ver la jugada decidió pitar penalti en el último minuto. David Sánchez lo transformó mientras los jugadores del Atlético no podían evitar la risa ante la decisión del árbitro.
En la tanda final, fallos de Fernando Torres, Carrasco y Giménez. El Atlético tendrá que probar su plan A en el tercer y cuarto puesto ante el Málaga o frente a la selección de estrellas nigerianas. En la grada esperaban para ese momento hombres como Godín, Filipe, Tiago, Nico Gaitán y el esperado Kevin Gameiro. No habrá trofeo, pero sí el estreno del francés.