Citando fuentes de la prensa argentina, el diario El Mundo señala que los jugadores de la selección española "no pudieron resistir y sucumbieron al canto de sirenas" de la noche de Buenos Aires al "montar una juerga a 36 horas del partido". Y dice que ahí puede estar la clave de la abultada derrota contra la nueva selección albiceleste de Sergio Batista, quien tiene todas las papeletas para continuar en el cargo tras la salida de Diego Maradona.
El diario Clarín desvela cómo fueron las juergas de los jugadores españoles. "No dejan de festejar", sostiene este diario bonaerense, el más vendido en Iberoamérica. "Además de sacarse fotos en los estadios y visitar a la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), los jugadores de España se divirtieron: en la madrugada del lunes se los vio en una conocida disco sobre la avenida Juan B Justo...", donde se encuentran boliches (discotecas) como Esperanto e Ink, dos de los locales más de moda de la capital argentina.
Olé, el diario deportivo más conocido de Argentina, se pregunta si los jugadores fueron a Esperanto o a Ink, "sitios a los que suelen asistir los jugadores en busca de botineras, o sea chicas a la caza de futbolistas con dinero".
Fabio Mario Talarico, de Urgente 24, destaca además que "España le faltó el respeto al compromiso. Los goles de Messi, Higuaín, Tévez y Agüero (Llorente descontó para los visitantes) le dieron el triunfo al equipo argentino ante un Campeón del Mundo que sigue con el champagne en la mano. ¿La gente pagó una entrada para ver a estos campeones del mundo? ¡Que devuelvan el dinero!"
Otro conocido periodista deportivo como es Fernando Niembro también dice, en su programa de Radio del Plata, que la Asociación de Futbol de Argentina (AFA) debería devolver el dinero que se pagó por la entrada al juego, debido al pobre espectáculo que brindaron los pupilos de Vicente del Bosque después de una larga trasnochada.
"A mí porque me dieron acreditaciones, pero si hubiera pagado me paraba en la puerta de la AFA y no me iba hasta que me devolvieran los 450 pesos de la entrada. Los españoles no podían ni levantar las piernas...", sostenía. Y un colaborador del programa remataba después: "¡Claro, si se fueron todos de putas...!".