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España no quiere sorpresas ante Eslovenia

El conjunto que actualmente dirige Valero Rivera busca su segunda final en un Mundial. La jugaría el domingo ante Croacia o Dinamarca.

Un solo paso separa a España de la final del Mundial de balonmano y la anfitriona no quiere sorpresas inesperadas esta tarde (19:15 horas) ante la revelación del torneo, Eslovenia, el rival en teoría más débil entre los semifinalistas pero cuyo principal peligro reside precisamente en jugar sin presión alguna.

Los eslovenos llegan a las semifinales en el Palau Sant Jordi de Barcelona habiendo hecho ya historia, pues en su currículum sólo aparecía, como mejor actuación, un décimo puesto en el Mundial de 2007, además de una plata en el Europeo que organizaron en el año 2004. A diferencia del otro emparejamiento de este viernes, entre Dinamarca y Croacia (21:30 horas), los eslovenos aparecen a primera vista como un contrincante menor que ya puede darse por satisfecho por haber alcanzado unas cotas inimaginables cuando arrancó la competición.

Pero tras dejar atrás el complicado obstáculo de Alemania (28-24), España no quiere infravalorar a un rival que acude a esta fase sin haber perdido ningún partido y con un juego basado en el elevado ritmo y los contragolpes, muy similar al de los germanos que tanto se atragantó ayer a los españoles en algunas fases del choque. "En cuanto a la velocidad de juego, yo diría que nos encontramos un rival semejante a Alemania, quizás aún más intenso en la segunda fase de contraataque", ha advertido el seleccionador español, Valero Rivera.

Un duelo de antagónicos que "para nada" será fácil, según el preparador español, ya que los balcánicos se han acostumbrado a voltear parciales elevados en contra en los últimos minutos. "Esas remontadas le han hecho crecer y ahora son un equipo más difícil de batir. Saben lo que han hecho y creen en lo que hacen. Tenemos que jugar muy bien mañana para ganarles, su defensa genera muchos contragolpes y sacan de centro rapidísimo", ha relatado Rivera, que no ha adelantado si bajo palos optará por José Manuel Sierra o un Sterbik poco acertado en el último partido.

Los españoles se ejercitaban el jueves con la única ausencia del central Dani Sarmiento, que ha llevado a cabo trabajo de recuperación por unas molestias. "Al equipo lo veo muy bien", ha explicado Rivera. "Cuando se superan momentos difíciles, el grupo se hace más fuerte. En el entrenamiento he visto a la gente feliz". En este sentido, el técnico ha opinado que la proximidad de la final y jugar en casa no serán aspectos en contra, ya que "todos querrían jugar con este tipo de presión".

Sin esa presión acude Eslovenia, quien tras tumbar de forma inesperada a Rusia (27-28) aspira a superar la plata europea de hace ocho años, de la mano una selección renovada casi en su totalidad y rebosante de juventud, en la que solo el central Uros Zorman permanece en el equipo de los que lograron aquella gesta.

Boris Denic, técnico del Equipo de los Héroes, como se conoce a Eslovenia, ha destacado: "Es obvio para todos que es la primera vez que llegamos tan lejos y estamos muy satisfechos, pero intentaremos prepararnos lo mejor posible ante un rival tan fuerte. Pero la motivación no es ganar al anfitrión, sino estar en unas semifinales del Mundial, que no se pueden jugar cada día".

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