Pese a no jugar por culpa de una inoportuna lesión, José Javier Hombrados ha sido uno de los nombres propios en este Campeonato del Mundo de balonmano, que concluyó este domingo con un gran sabor de boca para el equipo español en el Palau Sant Jordi. Después del título logrado hace ocho años en Túnez, España ha vuelto a proclamarse campeona del mundo, esta vez con una amplia victoria (35-19) sobre Dinamarca en una soñada final.
El guardameta ha vuelto a pasar por los micrófonos de Tiempo Extra, el programa deportivo nocturno que Vicente Azpitarte dirige y presenta en esRadio. Si el pasado jueves dijo que apostaba por la "medalla de plata como mínimo", Joseja se encuentra con el oro del equipo español. Con una "sensación extraña", como él mismo reconoce, después de una "dulce final". "Empezamos tan bien que los daneses se querían ir a casa", reconoce un Hombrados "reventado" después de tanta tensión, después de "tantas horas pendientes" de Valero Rivera y sus chicos.
Si hace ocho años el equipo entonces dirigido por Juan Carlos Pastor se mostró superior a Croacia en la segunda mitad de la final (40-34), esta vez los de Valero Rivera pasaron por encima de los daneses desde el pitido inicial. Buena parte de culpa la tuvo el empuje del Palau Sant Jordi, donde se reunieron más de 14.000 espectadores, la mayoría de ellos para animar a España. "La selección calentó el ambiente y el ambiente entró en juego. El Sant Jordi ha estado de diez, pero también todas las sedes donde jugó España. Fue impresionante ver que en el minuto 15 de la primera parte ya estaban haciendo la ola", recuerda Hombrados.
La gesta del balonmano español posee mayor mérito teniendo en cuenta que Dinamarca acudía a la finalísima con la vitola de gran favorita después de haber realizado un torneo inmaculado. "Antes de empezar el partido era imposible pensar que se fuera a vivir una final así. Todos los analistas daban a Dinamarca como gran favorita. Se podía pensar en que España le diera la vuelta, pero no de una manera tan clara", destaca Hombrados. "España ha explotado al máximo sus virtudes. Hemos defendido francamente bien, Cañellas (siete goles en la final) ha sorprendido", destaca Hombrados, añadiendo que mientras que el lateral izquierdo Mikkel Hansen -elegido Mejor Jugador del torneo- y el portero Nicklas Landin "estuvieron desaparecidos", los porteros españoles "(Arpad) Sterbik y (José Manuel) Sierra han sido claves".
Joseja tampoco oculta que se ha subestimado el potencial de España en este Mundial. "Los últimos años estábamos en un nivel muy alto, pero siempre nos quedábamos a las puertas (...) Teniendo en cuenta que Francia parece estar doblando la rodilla, Dinamarca era la que había mostrado una supremacía por encima de los franceses y de Croacia. Pero España siempre da problemas a los daneses. Ellos han subestimado a España y eso les ha condenado a una derrota tan amplia", dice el veterano guardameta, de 40 años, a esRadio.
Las lágrimas de Hombrados fueron las lágrimas de millones de españoles al final del partido. El jugador del BM Atlético de Madrid, que tuvo un bonito gesto al ceder la medalla que le correspondía, destaca la "juventud" del combinado que ha dirigido Rivera, un equipo "con mucho futuro". "Todo el mundo iba en este campeonato contra Francia por el hecho de defender el título y ahora todos van querer ganar a España. Ahí está el trabajo bien hecho", finaliza Joseja.