Desafortunadamente, los gestos racistas en los estadios deportivos son de cada vez más frecuentes. Y, por lo que se puede comprobar en esta noticia, de cada vez por parte de aficionados más jóvenes. 13 años tenía tan solo el protagonista de esta desafortunada historia.
Fue en Australia, durante un encuentro de fútbol australiano entre el Sydney Swans y el Collingwood. Durante un lance el jugador aborigen Goodes se acercó a las gradas y al parecer oyó cómo le gritaban "mono".
El jugador se detuvo al momento, señaló a quien le había insultado, y llamó a las autoridades. Acto seguido éstas obligaron al aficionado a abandonar el estadio. La sorpresa vino cuando el resto de la grada descubrió que se trataba de una niña muy joven. Concretamente, como se conoció después, de trece años.
"Ir por la línea de fondo y escuchar a una chica de 13 años llamarme 'mono' fue devastador. Y no es la primera vez que se refieren a mí como mono o simio", indicó el jugador Goodes a la cadena ABC. Tras lo ocurrido, la pequeña pidió disculpas al jugador y aseguró estar arrepentida, tal y como recoge Eurosport.