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Marcel Kittel gana al esprint la décima etapa del Tour

El corredor alemán del Argos, que ya ganó la primera etapa, se ha impuesto por delante de Greipel, Cavendish y Sagan.

El alemán Marcel Kittel (Argos) ha ganado la décima etapa del Tour de Francia, de 197 kilómetros entre Saint-Gildas-des-Bois y Saint-Malo, en un cerrado esprint marcado por una caída en los últimos metros, mientras que el británico Chris Froome (Sky) mantiene el maillot amarillo de líder.

Es la segunda victoria de Kittel en esta centésima edición del Tour de Francia, tras la que logró en la primera etapa con final en Bastia (Córcega), lo que le valió vestirse con el primer amarillo. El corredor del Argos, que logra así su décima victoria de la temporada, ha superado en la meta de Saint Malo a otros tres grandes especialistas al esprint como su compatriota André Greipel, el británico Mark Cavendish y el eslovaco Peter Sagan.

Kittel, pleno de potencia, distanció en los últimos metros a Greipel, que había sido el ciclista mejor lanzado del pelotón. El holandés Tom Veelers había lanzado a Kittel y, tras dejarle en buena posición, rozó con Cavendish, por lo que se fue a tierra. El británico se mantuvo en la carrera y pudo ser tercero.


El día estuvo marcado por una larga escapada de cinco hombres, que se formó nada más empezar la jornada y que duró 191 kilómetros, hasta que a falta de 5, el pelotón, impulsado por los Lotto de Greipel, los Argos de Kittel y los Omega de Cavendish, acabó con su aventura.

La formaron los españoles Juan José Oroz (Euskaltel) y Luis Angel Maté (Cofidis), los franceses Julien Simon (Sojasun) y Jérôme Cousin (Europcar) y el holandés Lieuwe Westra (Vacansoleil), que tras hacerse con los puntos del esprint intermedio y de la montaña, fue el primero en tirar la toalla, una decena de kilómetros antes que sus compañeros de fuga. Fue la típica escapada consentida de las etapas de esprint, que durante un rato soñó con poder llegar gracias al viento de cola que soplaba en los últimos kilómetros, al borde del mar, pero que finalmente no vio Saint-Malo en solitario.

El Tour de Francia afronta la segunda mitad lanzado por su única cronometrada clásica individual, 33 kilómetros llanos en torno al Mont-Saint-Michel, el segundo lugar más visitado de Francia sólo por detrás de la Torre Eiffel. Será la segunda ocasión que la carrera, que cumple cien ediciones, acabe en este lugar turístico, pero más allá de las bellas imágenes de la abadía rodeada por las aguas del Atlántico, la etapa será el gran test para conocer el estado de las fuerzas de los ciclistas.

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