De nuevo el campo de Pinehurst causó estragos en el US Open. En esta ocasión, ni siquiera la solidez que venía demostrando el alemán Martin Kaymer pudo sobreponerse al recorrido, lo que abrió el abanico de aspirantes al título.
Sólo seis jugadores se mantienen bajo par de los que comenzaron, y la lucha por el título que parecía tener un solo protagonista, se ha ampliado tras firmar Kaymer una tarjeta de 72 golpes. Su amplia ventaja se redujo hasta cinco golpes sobre Rickie Fowler y Erik Compton que, tras firmar sendas tarjetas de 67 golpes con un parcial de tres bajo par, se colocaron a cinco golpes del líder.
Si bien es cierto que la ventaja es amplia, en Pinehurst todo es posible y no hay nada decidido, más aún teniendo en cuenta el arreón final que se presupone por detrás.
Hombres como Dustin Johnson o el sueco Henrik Stenson se encuentran con dos bajo par a seis golpes de Kaymer que comenzó a dar muestras de flaqueza. Tendrá que apretarse los machos ante el seguro ataque furibundo del resto de jugadores con opciones y firmar un resultado positivo,
Está siendo habitual en esta edición ver hundirse en la clasificación a jugadores que habñian estado cerca de la cabeza. Sirva como ejemplo Graeme McDowell que ,tras estar en la parte alta de la clasificación, firmó nada menos que una tarjeta de más cinco, sumergiéndose en la parte central de la clasificación.
Lo que si es cierto que algunos predestinados a ser protagonistas en esta edición, con la ausencia de Tiger Woods, están absolutamente fuera de la pelea. Son los casos de Mickelson, Poulter y compañía, que están fuera de las opciones de título. Mickelson con más cinco, Poulter con más cuatro, McIlroy más tres y Els con más seis están muy alejados de poder intentar materializar las opciones.
En cuanto al castellonense Sergio Garcia, está perdido en la inmensidad de la clasificación, sin ninguna opción de lucha, con un total de más seis, nada menos que a catorce golpes de la cabeza. Misión imposible.