Subaru es posiblemente una de las marcas más peculiares del automóvil. Un fabricante que sigue utilizando unas tecnologías específicas, que convierten a sus coches en modelos muy personales. Y, entre ellas, destacan dos: la tracción total permanente y la construcción de sus motores en disposición bóxer, con los cilindros colocados de forma opuesta –frente a la clásica disposición en línea o en V de otros fabricantes–. Y esa peculiaridad es lo que hace que Subaru no sea de las marcas más conocidas en Europa; aunque sí muy valorada.
Y si hablamos de conocimiento y valoración, sin duda, el Impreza es su modelo estrella; sin olvidar al Forester o el Legacy. Un compacto con toques muy dinámicos que sigue aprovechando sus años en el Mundial de Rallys, con Colin McRae o Carlos Sainz, para mantener una imagen muy atrayente. En Fráncfort, el próximo mes de septiembre, llegará la nueva generación, que ya está a la venta en Estados Unidos y que para nuestro mercado se ofrecerá, en principio, en una variante de cinco puertas, aunque más adelante también podría llegar un sedán.
El nuevo Impreza crece de tamaño –casi 17 centímetros respecto a la generación anterior– hasta los 4,63 metros de longitud, con lo que su interior ofrecerá una mayor habitabilidad. La tecnología será uno de sus puntos fuertes, pues contará, posiblemente de serie, con el nuevo sistema de seguridad activa EyeSight, que combina ayudas a la conducción como el control de velocidad adaptativo, la frenada de emergencia en ciudad, sensores de ángulo muerto y de aviso por salida de la vía, control de luces de carretera... Y en cuanto a los motores, aún sin confirmar, podrían ser el 1.6 Bóxer Turbo de 170 caballos que utiliza el Levorg, además de alguna variante diésel que conoceremos en septiembre.
Más información del Subaru Impreza.