Una hora y 23 minutos le duró Marius Copil a Andy Murray en la pista central de Mutua Madrid Open. El número 1 del ranking ATP estuvo impecable en todo momento y sin cometer ni un solo error de importancia se llevó el partido por la vía rápida, en sólo dos mangas: 6-4 y 6-3.
Con un tenis robótico, preciso y sin fisuras, Murray fue aguantando su servicio en cada uno de sus saques y acabó el partido sin haber tenido una bola de break en contra. Su servicio no era totalmente limpio y en algunos momentos llegó a estar igualado, pero el escocés jamás tuvo la presión de verse por debajo en el marcador.
Copil, verdugo de Guillermo García López en la jornada anterior, no pudo aguantar la presión de tener que servir siempre para igualar y cada vez que cometía algún error en su saque veía perdido cada uno de los dos sets disputados.
En la primera manga, el break para Murray llegó en el juego definitivo y el 6-4 en el marcador terminó de refrendar los automatismos de su juego. Andy se dedicó a no fallar y en esa faceta es el mejor del mundo. En la segunda manga, el británico tuvo que esperar mucho menos para encontrar un hueco por el que abrir distancia y colocó el 4-2 con una nueva rotura de servicio para certificar la victoria final con el 6-3 en el último set.
Andy Murray ha comenzado su andadura en Madrid mirando al título de manera muy fría, como es él, pero muy contundente y a eso le añadió perfección en los tiempos del partido. Sus próximos rivales deberán hacer tambalear esa solidez para dejar fuera al número uno.