La goleada conseguida el sábado por la Real Sociedad contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez (0-4) estuvo marcada por la polémica. Corría el minuto 32 de partido cuando Griezmann enganchó una fenomenal volea dentro del área, tras un centro de Joseba Llorente, para batir al portero local Jordi Codina.
Era el 0-2 y el siete de la Real Sociedad, natural de Mâcon –en la Borgoña francesa–, tuvo la feliz idea de celebrarlo dirigiéndose a la zona donde se encuentran los aficionados más radicales del Getafe –Comandos Azules–. Delante de sus narices besó la bandera vasca que luce en la manga izquierda de su camiseta –en la otra se exhibe el logotipo de la Liga de Fútbol Profesional (LFP)–.
La hinchada local la tomó después con Griezmann, a quien dedicaba sonoras pitadas cada vea que tocaba el balón.
"Si hubiera sabido que la gente se iba a enfadar tanto, no lo habría celebrado así", aseguraba el jugador francés en zona mixta al final del partido para añadir que "cuando marco un gol me comporto como un niño y lo he hecho sin darme cuenta".
Sobre la polémica celebración del francés hablaba también su técnico, Martín Lasarte: Cometió un error. Esas cosas en la juventud a veces ocurren. Me lo comentó en el vestuario y es importante en su madurez que en circunstancias hostiles sepa resolver las situaciones que se presentan".
Se trata, pues, de otra polémica más que protagoniza un jugador de la Real Sociedad. Cabe recordar que, a principios de enero, ocho futbolistas del equipo txuri-urdin se adhirieron a la manifestación, celebrada el pasado día 8 en Bilbao, por el entorno proetarra para exigir el traslado de los terroristas a prisiones del País vasco. Los ocho jugadores tienen nombres y apellidos: Imanol Agirretxe, Jon Ansotegi, Mikel González, Mikel Labaka, Eñaut Zubikarai, Markel Bergara, David Zurutuza y el capitán, Mikel Aranburu.