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Zaballa logra el sueño de hacer algo grande en la Vuelta al ganar en solitario la decimonovena etapa

El corredor español Constantino Zaballa, del Saunier Duval, ha conseguido el sueño de su vida profesional al imponerse este viernes en solitario en la decimonovena etapa de la Vuelta, disputada entre Ávila y Collado Villalba, con un recorrido de 142 kilómetros, en un día de máxima tranquilidad para los favoritos, con Roberto Heras (Liberty Seguros) sin problemas para mantener el jersey oro de líder.

L D (EFE) "El que la sigue la consigue", decía Zaballa nada más acabar la etapa. Y a fe que es cierto, pues se trata de uno de los corredores más combativos del pelotón. Este corredor cántabro, habitual en el sacrificio de las escapadas, en los demarrajes, animador de carreras, algún día tenía que compensar sus esfuerzos.

Y por fin abrazó la gloria con un premio que le paga todos los duros entrenamientos propios de un profesional. El día grande en que pudo levantar en solitario, con tiempo para el festejo, los brazos al cielo, donde su fallecida madre estaría emocionada viendo el triunfo de su hijo. Zaballa, gestor de la escapada buena del día en los primeros kilómetros junto a diecinueve corredores más, decidió emprender la aventura en el kilómetro 34 cargado de ilusión y convencido de sus posibilidades. Con mucha etapa por delante resistió como un jabato y en Collado Villalba se presentó con un tiempo de tres horas, 33 minutos y 32 segundos, a una media de 39,9 kilómetros por hora.

El discípulo de Matxín, de 26 años y declarado admirador de Alejandro Valverde, ha aventajado en 1:23 a sus ex compañeros de fuga, donde había algunos nombres de postín, como dos vencedores del Giro: Damiano Cunego y Stefano Garzelli. Los favoritos finiquitaron el paseo mañanero sin arañazo alguno a más de seis minutos, de manera que Heras, Santi Pérez y Valverde siguen en posiciones de podio. Una etapa de transición que no tuvo mayor trascendencia, en espera de tiempo mejores y más espectaculares con la llegada de la etapa de los puertos madrileños, donde tendrán que quemar la pólvora los candidatos a derrocar a Heras. Solo Zaballa salvó la fecha de no pasar a la historia como un interminable bostezo.

Tino Zaballa, un hombre de equipo, un luchador, logró estrenar su palmarés en la Vuelta y con este triunfo ya tiene el número 4 en su historial. Es un corredor de la factoría Kelme que se fue al equipo de su tierra y que ha puesto su grano de arena para una gran temporada de los hombres de amarillo. Ni la picadura de un insecto alteró a Tino en su cabalgada hacia la meta en la localidad madrileña. El año pasado, en la etapa de Las Rozas, Zaballa levantó los brazos como vencedor sin darse cuenta que era segundo. "Me llevé un chasco", dijo. Pero llegó la recompensa y ahora ya puede soñar despierto.

Este sábado se disputará la vigésima y penúltimo etapa de la Vuelta, entre Alcobendas y el Puerto de Navacerrada, de 178 kilómetros. Los puertos madrileños volverán a ser protagonistas la víspera del final. El puerto de La Morcuera será el primer gran obstáculo a sólo cincuenta kilómetros de la salida de Alcobendas. Después espera Cotos, con sus luces y sus sombras, el paso por Navacerrada y un descenso trepidante para encarar Los Leones, Los Ángeles de San Rafael y las endiabladas siete revueltas que conducen a un final exigente en el Puerto de Navacerrada.

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