LD (Agencias) Con este aumento, la economía norteamericana encadena 8 trimestres consecutivos de crecimiento, tras registrar una subida del 3,3 por ciento en el segundo trimestre. Según la primera estimación del Departamento de Comercio, en el tercer trimestre el crecimiento se vio respaldado por los gastos personales de consumo, los de empresas en equipos y software, la construcción y las exportaciones.
Los gastos de consumo, ayudados por las ventas de bienes duraderos, especialmente vehículos, se erigieron en verdadero motor del crecimiento con el 6,6 por ciento en el tercer trimestre, tras el 3,8 por ciento registrado entre abril y junio, lo que marca su mayor subida desde el primer trimestre de 1988. El gasto público, que tuvo un papel fundamental en el trimestre anterior, sólo aumentó un 1,4 por ciento, y los gastos militares se mantuvieron estables tras un incremento de cerca del 45 por ciento derivado de la guerra en Irak. El gasto de las empresas, que creció un 11,1 por ciento, experimentó su segunda subida consecutiva, lo que confirma el comienzo de la recuperación tras la recesión en la que se vio inmersa Estados Unidos entre marzo y noviembre de 2001.
En cuanto a la construcción, la mejora del sector inmobiliario hizo aumentar las inversiones en un 20,4 por ciento, la mayor subida desde el segundo trimestre de 1996, en parte gracias a los bajos tipos de interés. Sin embargo, las inversiones estructurales fueron el único mensaje negativo del informe, con una reducción del 2,4 por ciento.
Gracias a la debilidad del dólar, las exportaciones aumentaron un 9,3 por ciento, después de tres trimestres consecutivos de caídas, mientras que las importaciones subieron un 0,1 por ciento, en comparación con el 8,8 por ciento en el trimestre anterior.