Fuentes financieras cercanas a la operación, consultadas por Efe, han señalado que desde ambas compañías afectadas se encuentra débil jurídicamente la justificación del Gobierno italiano, igual que no se entiende el argumento principal, que pasa por vetar la presencia de ACS en el capital de la empresa resultante de la fusión, la nueva Abertis.
El problema estriba en que la fusión prevé la presencia del grupo constructor ACS, que tendría el 12,5 por ciento de la nueva compañía resultante de la unión, y cuyo presidente, Florentino Pérez, tiene que ocupar una de las dos vicepresidencias de la nueva Abertis, lo que contradice un decreto de 1997 que establece que no puede haber empresas constructoras en el accionariado de Autostrade.
El capital de la nueva Abertis iba a estar controlado mayoritariamente por grupos españoles y se repartiría así: ACS (12,5%), La Caixa (11,7%), Caixa Catalunya (2,9%) y la firma Sitreba -Banco de Valencia, CAM, Bancaja y Unicaja- (2,8%), si bien tendría el mismo número de consejeros italianos y españoles.
Las mismas fuentes financieras han señalado la voluntad de ACS de continuar en la operación y aseguran que su permanencia en el proyecto nunca se ha cuestionado, por lo que tanto los accionistas españoles como los italianos van a defender a ultranza la fusión con los planteamientos que se aprobaron en las juntas de accionistas.
Por su parte, el grupo italiano Schema 28, donde la familia Benetton es mayoritaria, mantendría el 24,9% de la nueva compañía, pero aquí Abertis tiene un 17% que se pondría a la venta y que supondría desprenderse del 3,3% de la nueva Abertis, poniéndolo a disposición de los socios italianos, un proceso que ahora Abertis estudia acelerar para intentar evitar el bloqueo administrativo.
En principio, la fusión iba a ser sólo competencia de las autoridades de Bruselas, pero el ministro Di Prieto solicitó al Consejo Consultivo italiano permiso para supervisar, y si era el caso vetar, la fusión de Abertis y Autostrade, una aprobación que obtuvo el pasado 20 de mayo. Tras esta decisión, la fusión precisa tanto el visto bueno de Bruselas como del Gobierno de Roma, que por ahora se ha pronunciado en contra, antes de lo previsto pues se esperaba una decisión tanto de Italia como de la UE para finales de este mes de agosto.
Si se lleva a cabo esta fusión, la nueva Abertis tendría sede en Barcelona y contaría con 6.000 millones de euros de ingresos, casi 4.000 millones de Ebitda -beneficio operativo- y 24.000 millones de capitalización bursátil.
Abertis y Autostrade consideran débil la justificación del Gobierno italiano para rechazar su fusión
Abertis y Autostrade están analizando la negativa a la fusión de ambas compañías de autopistas que les ha notificado oficialmente el Gobierno italiano, según fuentes de la concesionaria española. Fuentes financieras cercanas a la operación, consultadas por Efe, han señalado que desde ambas compañías afectadas se encuentra débil jurídicamente la justificación del Gobierno italiano. Entretato, Bruselas espera que el Gobierno italiano le explique su decisión.
LD (EFE) La documentación que se está estudiando es voluminosa y compleja, por lo que se prevé que hasta final de este mes ambas compañías no podrán tomar una decisión sobre la estrategia que seguir para desencallar la fusión. Según las mismas fuentes, la negativa tiene que ser analizada tanto desde sus aspectos jurídicos como económicos y también en su dimensión comunitaria.
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