Con la de tóxicos malos malísimos que tendrán, tienen que ser mucho peor que las atómicas contra las que se manifiestan los progres y los ecolojetas.

Decidido me voy a hacer pegatinas “contra los bancos malos” y a repartirlas por la calle Ferraz.

quasimod... un banco no es una empresa privada.. ese es el problema--.

Socializando las pérdidas mientras que las ganancias ya están a buen recaudo, simplemente si el banco considera que sus activos no están bien valorados y valen menos de lo que aparece en sus libros, se revaloran y se provisionan las pérdidas, así el banco asume sus errores.
Todas estas actuaciones de activos tóxicos conlleva fata absoluta de transparencia, incumplir el deber de reflejar el estado contable fielmente y mucha pero que mucha corrupción.

Esto ya lo propuso don Leopoldo Abadía hace meses: crear un banco que se quede con todas las hipotecas "ninja" y así poder limpiar las demás entidades bancarias.

Si Zapatero fuera algo más listo se rodearía de gente que sabe de macroeconomía, y no de amiguetes que, ahora porque está en el poder, pero ya veremos cuánto le duran todos estos que le ríen la gracia cuando pierda las próximas elecciones.

A mí que me lo expliquen, por favor, pero que no me tomen el pelo.

Un banco es una empresa privada cuyo fin es obtener el mayor beneficio con el menor coste, dedicándose a la compraventa de dinero. Cuando te lo compran, te pagan una miseria, 0,01% anual, que con los gastos de mantenimiento y administración de tu cuenta, resulta que les tienes que pagar dinero por vendérselo; el único tipo de establecimientos en que ocuyrre eso: cuando te lo venden, te lo venden por cantidades astronómicas, del orden del 500 al 1.000% del precio de adquisición; y si te tardas un poco en pagar, ese porcentaje se decuplica.

Los bancos malos tendrán como activos, esto es, mercaderías entrantes, los llamados bonos basura o tóxicos -envenenados, mejordicho- que no van a poder colocar, porque nadie va a invertir en ellos. ¿Quién va a ser tan imbécil para comprar el veneno que lo va a matar y pagar por él, si no quiere suicidarse? ¿Dónde está el negocio?

Como no esté en que esos activos no sean tan tóxicos como dicen, pero logran que su precio haya bajado por debajo del nivel del Mar Muerto; esperan un poco, con la inestimable y copiosísima ayuda de los gobiernos a que su precio alcance el Everest... y ¡ZAS! Pelotazo a la vista.

Y aún así, ¿quién va a correr el riesgo? ¿Qué Nobel de Economía ha sido el "lumbrera" que ha alumbrado esta genial memez?