El ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, quiere proponer en la próxima cumbre del G-20 en Pittsburgh (EEUU) una tasa sobre las transacciones financieras globales, una especie de “tasa Tobin”.
La idea lanzada este viernes por Steinbrück y el candidato socialdemócrata a la cancillería, Frank-Walter Steinmeier, tiene como objetivo “evitar que las especulaciones puedan provocar una nueva crisis financiera internacional”.
Esta medida va en la línea con la propuesta de aplicar un impuesto a los millones de transacciones que tienen lugar en la City londinense, lo que serviría para reducir los ingresos de la banca y dejaría menos dinero disponible para el pago de primas millonarias, según explicó.
Para lord Turner, semejante impuesto sería "una buena y sensata" fuente de ingresos con los que financiar bienes y servicios de utilidad social.
Por lo tanto, Alemania y Reino Unido plantean aplicar la polémica tasa Tobin, que consiste en aplicar un impuesto a las transacciones financieras. La idea proviene del economista estadounidense James Tobin a comienzos de los años setenta, pero ni Washington ni Londres mostraron en su día interés por la medida, apoyada en cambio por organizaciones no gubernamentales como ATTAC (Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras Especulativas).
Según indicaron este viernes los alemanes Steinbrück y Steinmeier en declaraciones al rotativo "Süddeutsche Zeitung", se trata de aplicar también en economía el principio de que "paga el que origina un daño".
Ambos políticos creen que la tasa debería situarse entre el 0,01% y el 0,05% -la de Tobin partía de un 0,1%-, es decir, ser lo suficientemente baja como para no frenar el movimiento internacional de capital.
Pese a tratarse de un nivel bajísimo, los ingresos globales anuales de este impuesto podrían rondar el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, según un estudio del instituto ifo de Viena citado por ambos ministros.
Para Alemania esto constituiría un ingreso adicional de entre 10.000 y 20.000 millones de euros al año. La canciller, Angela Merkel, se ha mostrado abierta a esta idea, aunque, a diferencia de sus socios gubernamentales socialdemócratas, sólo lo ve cómo una opción a tener en cuenta a nivel internacional.
"Un paso en solitario no sería un camino prometedor", dijo hoy el portavoz del gobierno, Ulrich Wilhelm.
En caso de que no se logre un acuerdo a nivel internacional, los dos ministros socialdemócratas, en cambio, proponen una medida similar a nivel nacional.
Concretamente, Steinmeier y Steinbrück son partidarios de introducir en Alemania un impuesto sobre transacciones bursátiles que únicamente gravaría operaciones realizadas a través de la Bolsa y no, como en el caso de la otra propuesta, todo tipo de negocios financieros, también los que realizan los bancos entre sí.