LD (EFE) En las cuentas del banco presidido por Francisco González destaca el crecimiento de los ingresos, ya que el margen ordinario se incrementa en un 13,5 por ciento sobre el de los nueve primeros meses de 2006, destacando el margen de intermediación, que lo hace en un 15,5 por ciento, gracias a los mayores volúmenes de actividad.
El margen de explotación, el que mejor refleja la evolución de la actividad puramente bancaria, se situó en 8.042 millones de euros, un 21,7 por ciento más, mientras que los créditos a la clientela llegaron a 309.164 millones, un 24,4 por ciento más, y el total de recursos de clientes gestionados alcanzó los 493.382 millones, un 20,8% más.
El beneficio atribuido de BBVA aumenta un 20,1 por ciento, hasta 3.962 millones de euros sin atípicos, al no tener en cuenta que el pasado año se anotó plusvalías por la venta de participaciones en Repsol, BNL y Banc Internacional d'Andorra y que a principios de 2007 vendió su participación en Iberdrola.
Este avance se sustenta en el favorable comportamiento de los ingresos y un aumento del margen de explotación, mientras que el beneficio por acción sin extraordinarios creció un 14,6 por ciento, la Rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se situó en el 31 por ciento y la Rentabilidad sobre activos (ROA), en el 1,21 por ciento.
Una posición de fortaleza en medio de la crisis financiera
El margen de explotación, el que mejor refleja la evolución de la actividad puramente bancaria, se situó en 8.042 millones de euros, un 21,7 por ciento más, mientras que los créditos a la clientela llegaron a 309.164 millones, un 24,4 por ciento más, y el total de recursos de clientes gestionados alcanzó los 493.382 millones, un 20,8% más.
El beneficio atribuido de BBVA aumenta un 20,1 por ciento, hasta 3.962 millones de euros sin atípicos, al no tener en cuenta que el pasado año se anotó plusvalías por la venta de participaciones en Repsol, BNL y Banc Internacional d'Andorra y que a principios de 2007 vendió su participación en Iberdrola.
Este avance se sustenta en el favorable comportamiento de los ingresos y un aumento del margen de explotación, mientras que el beneficio por acción sin extraordinarios creció un 14,6 por ciento, la Rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se situó en el 31 por ciento y la Rentabilidad sobre activos (ROA), en el 1,21 por ciento.
Una posición de fortaleza en medio de la crisis financiera
Las mejoras continuas en la eficiencia -que se sitúa en el 42,5 por ciento, frente al 44,3 por ciento un año antes- y la adecuada gestión del riesgo y de la liquidez, junto a la fuerte capacidad del Grupo y todas sus unidades para generar ingresos a través de la actividad, "sitúan a BBVA en una posición de fortaleza en el actual entorno, más complejo debido a las turbulencias de los mercados financieros", destaca la entidad en su comunicación a la CNMV.
BBVA mantiene su mora en cotas del 0,88 por ciento, frente al 0,82 por ciento de un año antes, con una cobertura para insolvencias del 234,1 por ciento, y registra crecimientos del 24,4 por ciento en inversión crediticia, de la que 102.593 millones se corresponden a créditos con garantía real, que crecen un 16,2 por ciento y que incluyen hipotecas. La financiación de vivienda libre crece un 15,5 por ciento, por lo que mantiene "la tendencia de ligera desaceleración de esta modalidad de crédito", explica el banco, mientras que los créditos dudosos aumentan un 37,9 por ciento, hasta 3.255 millones.
En saneamientos crediticios, en el tercer trimestre se ha registrado un importe similar al de los precedentes, y no ha sido necesario efectuar ningún saneamiento de activos derivado de la inestabilidad de los mercados financieros. Así, al cierre del tercer trimestre, en un entorno de mayor complejidad debido a las turbulencias en los mercados financieros, BBVA "está mostrando una excelente combinación de rentabilidad ajustada al riesgo".
Además, y pesar de la caída generalizada de las bolsas en el tercer trimestre, el grupo cuenta a 30 de septiembre con unas plusvalías latentes de 5.495 millones en sus carteras de participaciones, superiores en 763 millones a las existentes un año antes.
En lo que respecta a su actividad en el exterior, el beneficio en México ha aumentado un 7,9 por ciento y ha llegado a 1.430 millones de euros, si bien el buen crecimiento de volumen de negocio en el país se ve afectado a la hora de exponer sus cuentas por la depreciación de la moneda local frente al euro.