Durante la celebración de la III Conferencia Internacional de Banca, Botín ha resaltado que establecer un impuesto al sector sería una medida "ineficiente y discriminatoria" que tendría efectos "distorsionadores" y consecuencias "negativas" para la estabilidad financiera.
Asimismo, ha resaltado que no diferencia entre entidades bien y mal gestionadas, entre aquellas que no han necesitado ayuda pública y aquellas que pusieron en peligro al sector financiero y a sus economías.
"Su introducción presupone que las entidades con problemas serán rescatadas. Este supuesto aumenta el riesgo moral y pondría incentivar la asunción excesiva de riesgos", ha resaltado.
Por otro lado Botín también ha señalado que Basilea III supone un avance "positivo" y que conseguirá mejorar la calidad de los recursos propios, aumentar las cargas de capital para las actividades de mayor riesgo y armonizar internacionalmente definiciones y ratios para que el mercado pueda conocer mejor y comparar la solvencia de las entidades.
"Es una reforma importantísima y de gran calado. Posiblemente la más significativa para el sistema financiero internacional en muchas décadas", ha señalado.