LD (EFE) En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Valores de Londres, BA indicó que los números rojos registrados en los últimos doce meses hasta marzo contrastan con las ganancias de 712 millones de libras (unos 797 millones de euros) obtenidas el año anterior.
Ante esta situación, el presidente de la aerolínea, Martin Broughton, anunció en una 'conference call' que el consejo de administración de la compañía no "puede recomendar el pago de un dividendo".
Broughton agregó que las previsiones para el presente ejercicio fiscal se mantienen "débiles", a pesar de que los costes por combustibles se verán previsiblemente rebajados en 400 millones de libras (453 millones de euros).Estas son las primeras pérdidas anuales que British Airways registra desde el año 2007.
El consejero delegado de BA, Willie Walsh, señaló hoy que la factura del carburante ascendió en el año a 3.000 millones de libras (3.360 millones de euros) y admitió que la compañía aérea opera en el momento más difícil que haya tenido que afrontar por la desaceleración económica global.
Sobre su relación con Iberia, BA indica en su comunicado que tiene un 13,15 por ciento de inversión en la aerolínea española y que han sido identificadas áreas de cooperación, por lo que el trabajo continúa para poder implementarlas.
La nota indica que BA obtuvo unas pérdidas brutas de 401 millones de libras (unos 449 millones de euros) en el último año hasta el 31 de marzo, frente al beneficio de 922 millones de libras (unos 1.032 millones de euros) del periodo anterior.
Pese a las pérdidas, la aerolínea tuvo unos ingresos en el año de 8.992 millones de libras (unos 10.071 millones de euros), un ascenso del 2,7 por ciento frente al periodo anterior, cuando los ingresos alcanzaron 8.758 millones de libras (unos 9.808 millones de euros).
British Airways también obtuvo unas pérdidas operativas de 220 millones de libras (unos 246 millones de euros) frente a los beneficios de 878 millones de libras (unos 983 millones de euros) del año anterior hasta el 31 de marzo de 2008.
La deuda de la compañía al 31 de marzo pasado alcanzaba los 2.382 millones de libras (unos 2.667 millones de euros) frente a los 1.310 millones de libras (unos 1.467 millones de euros) del año anterior.
"La prolongada naturaleza de la desaceleración global hace que este sea el medio ambiente para operar más difícil que hayamos tenido que afrontar, sin una mejora inmediata visible. Las condiciones del mercado son de desafío", señaló Walsh.
"Es vital, por lo tanto, que nos mantengamos -dijo- totalmente comprometidos con nuestros planes de establecer a British Airways como una aerolínea global, de alto rendimiento, centrada en el mercado".
Walsh explicó en el comunicado que la aerolínea toma medidas para "mitigar el impacto de la crisis económica en nuestro negocio", ya que el próximo invierno reducirá su capacidad a través de la supresión de un 4 por ciento de vuelos frente al año pasado, con lo que quedarán en tierra 16 aparatos.
Entre otras medidas que adopta para hacer frente a la crisis económica, BA indicó que no pagará primas a los gerentes, no hay planes de aumento de sueltos y se ofrecerá al personal la posibilidad de trabajar con reducción de jornada.
"Mientras que nos concentramos en la situación inmediata a través de la reducción de costes, la inversión en la mejora del servicio al cliente es vital. Con el aumento de la competencia y más opciones del consumidor, necesitamos garantizar nuestra futura competitividad asegurando que ofrecemos a los clientes un servicio excelente a lo largo del viaje", puntualizó el consejero delegado de BA.