LD (agencias) El primer ministro británico, Gordon Brown, ha llamado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para explicarle el plan diseñado por su país para estabilizar el sistema financiero a través de una nacionalización parcial de la banca, han informado a Efe fuentes del Ejecutivo. Un plan de rescate de 50.000 millones de libras (unos 62.000 millones de euros) para estabilizar el sistema financiero del Reino unido.
Este dinero servirá para comprar acciones de las principales entidades financieras del país. Zapatero y Brown han coincidido en la necesidad de estudiar medidas coordinadas en la UE, respetando siempre las iniciativas adoptadas por cada país, tal como acordaron los ministros de Economía y Finanzas europeos esta misma semana.
Según estas fuentes, el jefe del Ejecutivo ha aprovechado la llamada de Brown para informarle de las medidas que mañana aprobará el Consejo de Ministros: elevar a 100.000 euros la garantía de los depósitos de los ahorradores y crear un fondo de 30.000 millones (ampliable a 50.000) para comprar activos de bancos y cajas y favorecer así la concesión de crédito.
Además, Zapatero ha conversado con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para analizar la respuesta que la UE debe dar a la crisis financiera internacional en el Consejo que se reunirá en Bruselas la próxima semana.
"Los días de los grandes bonus se han acabado"
Este mismo viernes, en una entrevista en el canal británico GMTV, Brown ha expresado su "enfado por el comportamiento irresponsable" del sector financiero que, según ha dicho, asumió riesgos excesivos y provocó la crisis que actualmente asola los mercados internacionales, y se mostró convencido de que sus autores merecerían ser "castigados".
Brown ha confirmado el fin de los bonos cuya cuantía se establecía de forma directamente proporcional al riesgo que entrañaba cada operación, después de que ayer evitase en el Parlamento confirmar al líder de la oposición, David Cameron, si estaba dispuesto a vetar los extras económicos para los directivos de las entidades que precisen la intervención estatal por una gestión temeraria.
Así, Brown confesó estar "enfadado por ese comportamiento irresponsable" por parte de una élite financiera en una economía, según destacó, "basada en gente que trabaja duro, que se esfuerza, que toma decisiones responsables". "Si hay exceso y adopción de riesgos irresponsables, esto debe ser castigado", aseveró, después de que el paquete de medidas valoradas en 550.000 millones de euros obliguen a los bancos que se acojan a aceptar el fin de las pagas extraordinarias para los altos ejecutivos.
"Los días de los grandes bonus han acabado", confirmó, en el sentido de que "una de las condiciones para que se ayude a los bancos pasará por un acuerdo sobre la remuneración de sus dirigentes". No obstante, por el momento se desconoce si los "castigos" a los que aludía podrían tener una carácter retrospectivo y el portavoz de Gordon Brown se limitó a declarar que "como el primer ministro ha estado diciendo consistentemente, la aspiración es que la adopción responsable de riesgos tenga su recompensa".
Acciones en el interior
Con todo, el portavoz del mandatario subrayó que "la cuestión clave es que se está reformando el sistema finaciero ahora, para ir hacia adelante", después de que en su intervención de este jueves, el propio Brown criticase la gestión de las entidades que se expusieron en exceso y se vieron consecuentemente afectadas por el colapso de las hipotecas subprime que partió de Estados Unidos. "Gran parte de esto ha venido de América, pero ha habido abusos en nuestro sistema también y esto es algo con lo que tenemos que lidiar", subrayó.
En este sentido, el primer ministro prevé emprender una mini gira por el país para explicar el plan de rescate presentado el miércoles y las razones por las que ha optado por una multimillonaria inyección de capital en los bancos como fórmula para estabilizar el sistema, cuando paralelamente ha sido cuestionado por la atención prestada a las economías domésticas ahogadas por el aumento de precios de energía y alimentos.