LD (Europa Press) Este comercio minorista experimentó en los años noventa un enorme proceso de transformación debido, entre otras cosas, a los cambios demográficos y culturales de la sociedad como son el envejecimiento de la población, el aumento de hogares unipersonales y monoparentales, la incorporación de la mujer al mercado laboral y el crecimiento de las áreas suburbanas. Los cambios en la estrategia empresarial propiciaron en los últimos años la existencia cada vez en mayor número de nuevos formatos de negocio en el sector, como son las grandes superficies y los centros comerciales.
La necesidad del sector de adaptarse a los cambios sociales para mantenerse de forma sostenible, la modernización, especialización o adaptación de los horarios a las necesidades de la gente es un debate que no ha logrado cerrarse. El informe del CES destaca las controversias surgidas por los intereses contrapuestos de estas dos realidades comerciales, la del pequeño comercio y la de los grandes centros.
Algunos de los asuntos que las enfrentan son los horarios y las aperturas del comercio, ya que los partidarios del pequeño comercio tradicional justifican la regulación y restricción por razones como son la protección del tejido urbano, el trato más personalizado y el derecho de los más pequeños al descanso dominical. Frente a ellos, tanto los consumidores como la Asociación Española de Centros Comerciales defienden la liberalización del sector y que se permita la apertura libre.
Algunos de los asuntos que las enfrentan son los horarios y las aperturas del comercio, ya que los partidarios del pequeño comercio tradicional justifican la regulación y restricción por razones como son la protección del tejido urbano, el trato más personalizado y el derecho de los más pequeños al descanso dominical. Frente a ellos, tanto los consumidores como la Asociación Española de Centros Comerciales defienden la liberalización del sector y que se permita la apertura libre.
Pero hay más retos para el comercio minorista, como la aparición de nuevas formas de acercar los bienes al consumidor: las franquicias, que han experimentado un auge notable, y especialmente Internet. Aunque la mayor parte del comercio electrónico tiene lugar entre las empresas, destaca el gran crecimiento entre empresas y particulares, que pasó de un volumen de negocio en el año 2000 de 204 millones de euros a 1.837 millones en 2004. A pesar de este crecimiento, sólo un 2 por ciento de las empresas realizaron ventas por Internet, lo que, según el CES, revela que existen obstáculos para su desarrollo más allá de la aún escasa preparación de muchos clientes para este formato. Además subraya los problemas que existen todavía en cuanto a la seguridad relacionada con los pagos, la incertidumbre sobre el marco legal y los problemas logísticos.