Las entidades acreedoras alcanzarán este porcentaje máximo en caso de que suscriban la totalidad de las dos ampliaciones de capital previstas en el acuerdo de refinanciación por un total de 3.300 millones, una por 1.950 millones que contempla el canje de deuda por acciones y una segunda (1.350 millones) para convirtir en títulos los bonos emitidos por la empresa.
Entre los bancos acreedores de Colonial sobresalen Royal Bank of Scotland, Eurohypo, Calyon y Goldman Sachs, además de los fondos Colony Capital y Orion Capital.
Estas entidades se sumarían así como accionistas de la inmobiliaria al grupo de siete bancos y cajas, liderados por La Caixa y Popular, que ya controlan en 24% de la empresa desde que en 2008 ejecutaron la deuda de Luis Portillo, ex accionista de control de la empresa.
Con todo, una vez que a finales del próximo mes de julio Colonial acabe de ejecutar las ampliaciones y operaciones que incluye el acuerdo de refinanciación, se convertirá en una empresa exclusivamente patrimonialista (dedicada a alquilar oficinas de Madrid, Barcelona y París), controlada por la banca (su peso en el accionariado oscilaría desde un 50% hasta un máximo del 90%) y con un endeudamiento financiero directo de algo más de 2.000 millones.
La compañía asegura que este proceso le aportará la "estabilidad financiera y el refuerzo de capital" necesarios para abordar una nueva etapa de desarrollo empresarial, en el que incluso no descarta inversiones.
"Teníamos una deuda no sostenible en el tiempo y claramente por encima de lo recomendable y pasaremos a tener un pasivo sostenible y una estructura de capital reforzada", aseguró en rueda de prensa el consejero delegado de la empresa, Pere Viñolas. "Misión cumplida", apuntó a su vez el presidente, Juan José Bruguera, al indicar que entraron en la empresa para "sacarla del 'impass' en que se encontraba y darla visibilidad".
El acuerdo alcanzado con los bancos permite al grupo aplazar a cinco años (hasta finales de 2014) el endeudamiento con que se queda. El plan no contempla desinversiones, pero sí 'hipotecar' (aportar como garantía) patrimonio inmobiliario y sus participaciones en la filial francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL) y Riofisa.
En concreto, la reestructuración, en cuyo diseño ha colaborado Lazard y que se negociaba desde junio de 2009, se estructura en tres operaciones que prevén culminar antes de julio de este año.
Ampliación de capital
La primera 'pata' del acuerdo supone capitalizar la empresa mediante dos ampliaciones de capital que suman un monto de 3.300 millones de euros y que se aprobarán en una junta prevista para abril. La primera, de 1.950 millones, cuenta con el compromiso de suscripción de los bancos acreedores mediante el canje de deuda por acciones en caso de que, tal como se prevé, no se cubra ni el mercado, ni mediante la aportación dineraria de los actuales accionistas.
Las nuevas acciones se emitirán a 0,12 euros por acción, esto es, con un descuento de casi un 30% sobre el precio de cierre en bolsa de ayer jueves (0,169 euros por título). La segunda ampliación, al mismo precio y por 1.350 millones, tendrá como objetivo a emitir acciones con que canjear la emisión de bonos que actualmente tienen también los bancos.
La segunda parte de la reestructuración tiene como fin que la empresa centre su actividad en el negocio de patrimonio. Para ello se segrega en una filial al 100% todo el negocio de patrimonio y suelo y su correspondiente deuda asociada (1,66 millones de metros cuadrados de terrenos y 1.015 millones de euros de pasivo).
Colonial se quedará así directamente con el negocio de alquiler de edificios de oficinas y la deuda vinculada al mismo (2.095 millones de euros). Esta tercera parte del plan contempla que este pasivo tenga un vencimiento a cinco años (diciembre de 2014) y se atienda con lo que ingrese de los arrendamientos y con los dividendos de SFL.