En unas declaraciones a Telecinco y a la pregunta de si alguien podría haberlo hecho mejor que él, Corbacho ha respondido: "Desgraciadamente tengo que decir que posiblemente no".
"Digo que no, porque si alguien llega a la conclusión de que el problema de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Francia, Italia, Suecia, Noruega, Islandia es problema del ministro de trabajo de España" es que no está analizando bien el tema de la crisis.
De su labor al frente del ministerio, Corbacho ha destacado que ha trabajado y defendido "que en una crisis tan profunda el 80% de las personas afectadas tenga protección social".
El ministro ha explicado que cuando llegó a Trabajo, en abril de 2008, no pensaba que su paso por ese Ministerio "iba a ser tan duro" y ha recordado que entonces nadie podía prever que la crisis iba a ser tan virulenta y que la prioridad era la inmigración.
En su opinión, no se puede señalar a los gobiernos como responsables del origen de la crisis, pero sí de encauzar sus causas y de dar soluciones. En este sentido, ha dicho que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "no es el responsable originario de la crisis", pero sí de administrar la salida de ella.
Respecto a la huelga general del 29 de septiembre, ha afirmado que los sindicatos no la han convocado contra él o el Ministerio de Trabajo, sino contra las políticas que han emprendido la Unión Europea y el Gobierno de España.
Ha insistido en que respeta la convocatoria, aunque, ha subrayado: "no comparto que se tenga que hacer huelga para protestar contra esas políticas". Preguntado sobre si el Gobierno teme salir dañado si la huelga tiene éxito, Corbacho ha dicho que el Ejecutivo no se plantea la protesta "en clave de daño o no" y se ha felicitado por el acuerdo alcanzado con los sindicatos en cuanto a los servicios mínimos en el transporte.
El ministro ha calificado el acuerdo de "acto de responsabilidad por parte de los sindicatos" y ha señalado que éste permitirá conciliar el derecho a hacer huelga con el de ir a trabajar.