L D (Europa Press) Corbacho, en una entrevista concedida al diario ABC, señala que "es muy difícil hacer predicciones porque se ha demostrado que todas las realizadas han tenido que ser modificadas al cabo de los meses".
Sin embargo, se muestra optimista al afirmar que, aunque "septiembre y octubre no sean positivos para el empleo", "octubre de 2009 no va a tener nada que ver con octubre de 2008", ya que en su opinión "se ha pasado lo peor".
Preguntado por su falta de acierto en la estimación en la evolución de la cifra de paro, el titular de Trabajo se defiende argumentando que "en el último año todas las previsiones se han ido modificando, y desgraciadamente, a peor". "Cuando dije que no llegaríamos a los cuatro millones de parados me basaba en el cuadro macroeconómico del Gobierno, que contemplaba un escenario de desempleo que no llegaba al 17% este año", sentencia.
A pesar de su error, Corbacho asume que "es innegable que la crisis está golpeando al empleo y no se trata de discutir sobre si hay 100.000 parados más o 100.000 parados menos".
Asimismo, en referencia al impacto de la crisis entre la población inmigrante el titular de Trabajo asevera que "la economía no aguanta más mano de obra inmigrante". Corbacho explica que "con más de cuatro millones de parados, es muy difícil pensar que las necesidades laborales de nuestro país no pueden ser cubiertas por la oferta de trabajadores que tenemos en España".
Otro de los temas tratados en la entrevista es el de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), como vía de supervivencia de muchas empresas en crisis. A este respecto, Corbacho señala que "en una crisis como la actual hay que salvar el máximo tejido productivo y hacerlo sin dañar los derechos legítimos de los trabajadores".
Los sentimientos de Corbacho
Corbacho se postula como "un defensor de los ERE" porque cree que "es un buen instrumento pero, evidentemente, bien utilizado". En este sentido, el responsable de la cartera ministerial de Trabajo e Inmigración apuesta por los ERE de suspensión temporal porque, en su opinión "el de extinción se convierte, sin remedio, en cierre".
En referencia a las declaraciones realizadas por el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, en las que aseguraba que los ERE no deberían requerir autorización de la Administración para agilizar trámites, Corbacho se muestra contrario a esta postura. "Mucha culpa de lo que ha estamos padeciendo ahora se debe a la falta de normas y controles", aclara.
Con respecto a las prejubilaciones a los 48 y 50 años, Corbacho apunta que "una sociedad que se instale en la idea de que cuando un trabajador llega a los 50 años ya no vale para nada y lo mejor es prejubilarlo, es una sociedad que está condenada al fracaso".
Además, el ministró anuncia que se está apostando por dos vías diferentes, "hacer que las jubilaciones anticipadas vayan siendo cada vez menos e ir acercando a la edad media de jubilación de los 63 actuales a 65 años".
Por último, Corbacho se refiere a sus sentimientos como el ministro de los cuatro millones de parados. "He sentido muchas veces la impotencia que provoca que por mucha dedicación y trabajo que quieras poner a la resolución de este problema", en alusión al paro, "es como un muro débil delante de la fuerza que tiene la ola", dice el ministro. "Lo que no hay que hacer nunca es arrugarse, por muy difícil que sean las cosas", añade.