L D (Europa Press) Durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, José Seguí ha dicho, refiriéndose al Partido Socialista, que "ustedes aplican medidas diplomáticas de escasa intensidad. Parece que ustedes no quisieran dar excesiva importancia a un hecho tan grave como éste en aras de mantener una buena amistad con el
eje Castro-Chávez-Morales".
El senador popular ha recriminado al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el hecho de que Zapatero "ni tan siquiera" haya llamado a Morales. A juicio del popular esto se debe a "la amistad que les une", mientras el jefe del Ejecutivo es incapaz de "echarle una reprimenda telefónica a este señor (Morales) que se toma la justicia por su mano violentando los legítimos intereses de países terceros". Además, ha reprochado a Moratinos el que no haya viajado al país y haya enviado "un segundo de a bordo allá –en referencia al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León–, quien afirma haber alcanzado tan sólidos acuerdos que de momento no se han materializo en nada".
Seguí ha censurado que lo primero que hizo el Gobierno español "no fue condenar esta ilegítima y perjudicial acción, sino garantizar a Bolivia la ayuda prometida en materia de cooperación" para este año. "No parece una actitud de firmeza, amenazante o de protesta precisamente", ha lamentado. El senador popular también ha criticado el que el Gobierno no haya decidido llevar el asunto de la nacionalización a una instancia de carácter internacional "con el fin de que se dirima la cuestión y se consiga la correspondiente resolución condenatoria", a diferencia de la posición más firme de Brasil, frente al que el Gobierno de España queda "en posición totalmente angelical".
"Es curioso comprobar que cuánto más perjudicados resultan nuestros intereses, menos presión diplomática les hacemos. La señal más evidente de que este Gobierno no quiere líos con Bolivia, es que en Viena, Zapatero ni se entrevistará con Morales para protestar por su abusiva actitud. Tenga en cuenta que en la defensa de los intereses de nuestros nacionales, las simpatías ideológicas deben quedar en un segundo plano", concluyó Seguí. En su respuesta, Miguel Ángel Moratinos recordó que el Ejecutivo se puso a trabajar desde el primer momento en el que se conoció el decreto de nacionalización con el fin de defender los intereses de nuestras empresas españolas en Bolivia, incluida la más afectada como es Repsol.
La CEOE, preocupada por la seguridad jurídica
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha mostrado su preocupación por la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, lo que supone en su opinión una violación del principio de seguridad jurídica que exige cualquier proceso de inversión. La Ejecutiva de la CEOE ha subrayado que esta situación puede afectar a la imagen internacional de Bolivia y a la generación de riqueza y empleo en el país. A ello ha añadido que las empresas españolas reiteran su compromiso con Bolivia, "siempre que se respeten unas normas básicas de estabilidad y libertad de los marcos regulatorios en los que operan". Además, la CEOE expresó su apoyo al mundo empresarial boliviano por sus esfuerzos para conseguir los objetivos previstos.
