No se habla de otra cosa en los pasillos del Congreso. Todos quieren saber cuál será el conejo que este miércoles sacará Zapatero de su chistera desde la tribuna de oradores. Se comentan muchas y muy variadas iniciativas, pero lo que sobre todo se dice es que tendrá que ser algo "contundente" para que el presidente del Gobierno gane realmente un debate que, a priori, se presenta complicado.
La incertidumbre es la tónica general no sólo entre la prensa sino también entre los grupos parlamentarios. En esta ocasión Zapatero ha optado por no llamar a los portavoces de sus salvavidas parlamentarios, CIU y PNV. "Lo ha hecho en alguna ocasión para suavizar el terreno de cara a una comparecencia difícil, para allanar el terreno", dicen fuentes parlamentarias peneuvistas a Libertad Digital. "Bueno... en la anterior comparecencia lo hizo, pero no es lo habitual" apuntan desde CIU. Algo que hace pensar en que el presidente tenga guardado un as bajo la manga.
Las quinielas ya han comenzado, aunque desde el PSOE no sueltan prenda. "Yo no voy a hablar en sustitución del presidente del Gobierno", decía esta mañana el portavoz socialista, José Antonio Alonso. "Les pido que tengan un poco de paciencia y esperen a que mañana Zapatero dé las explicaciones y diga qué se va a tocar, tanto desde el punto de vista de gastos, como el de ingresos".En otras palabras, que Alonso no ha descartado que mañana se anuncien nuevas subidas de impuestos, porque ahora todas las posibilidades están abiertas.
Congelación del sueldo de los funcionarios, reducción de ministerios, recorte drástico de las partidas destinadas a ministerios clave como el de Fomento o Industria, privatización o fusiones de empresas públicas...Aunque no sólo se barajan opciones por la vía del gasto. También se habla de los ingresos, y la posibilidad de que Zapatero opte por una nueva subida de impuestos, que en esta ocasión afectaría a los especiales. Hablamos de los que gravan el alcohol y el tabaco.
Coordinación con las comunidades autónomas
Es una de las medidas con la que cuentan en el equipo económico del PP. "Seguramente opte por subir los impuestos del tabaco y el alcohol y una congelación del sueldo de funcionarios", explican a este periódico fuentes de la dirección del grupo. "No le queda mucho más margen, porque Zapatero está atrapado en su propia política". Y añaden "es como un jugador de póker, siempre arriesga".
En lo que coinciden las fuentes de PP y PSOE es en que Zapatero lanazará un mensaje directo a las comunidades autónomas para "apretarse el cinturón". "Pedirá un esfuerzo nacional equitativo, a partes iguales", dicen en el PSOE. "Será una manera de repartir responsabilidades", replican en el PP.