LD (Agencias) El último Consejo de Ministros ha aprobado el reglamento sobre los contadores eléctricos, en el que se regulan las condiciones de funcionamiento y las características que deberán reunir los nuevos aparatos. Según la nueva normativa, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) debe elaborar un plan de sustitución de los más de veinticinco millones de usuarios domésticos y comercios, mandato recogido en el Real Decreto de tarifas eléctricas de diciembre de 2006.
La instalación de este tipo de contadores es obligatoria desde el pasado 1 de julio para todos los equipos de nueva instalación con una potencia contratada de 15 kilovatios (kW) (consumidores domésticos y pequeñas empresas). La normativa aprobada sólo recoge los aspectos técnicos relacionados con la adecuación de estos equipos, los cuales deberán permitir la discriminación horaria así como su gestión a distancia (telegestión).
Sin embargo, el periódico El Mundo destaca que la medida ha generado desconcierto entre las eléctricas y los fabricantes de los nuevos contadores porque el Gobierno no ha pactado previamente una financiación ni fijado plazos. El rotativo observa que la normativa aprobada no "adjunta una memoria económica que precise quién va a pagar el controvertido plan renove". Según sus previsiones, el Gobierno "podría verse obligado a cargar la partida en la tarifa" eléctrica porque las compañías se han negado a asumir el coste.
Los cálculos hechos para El Mundo por la patronal UNESA estiman que la sustitución masiva supondría un coste superior a los dos mil millones euros. El propio Ministerio de Industria ha recibido, siempre según el diario, una serie de alegaciones remitidas por la empresa Ampy en "nombre de todos los fabricantes", la renovación inmediata "crearía un vacío en la cadena de suministro a las compañías eléctricas". Además, advierte, produciría "graves e irreversibles perjuicios económicos a los fabricantes debido a la obsolescencia de los actuales equipos".
En el texto aprobado por el Consejo de Ministros establece que el plazo y el coste de sustituir los millones de contadores que hay en España se detallará en el plan que elaborará la Comisión Nacional de la Energía. En principio, el Gobierno estima que el cambio de aparatos se hará, previsiblemente, según su grado de amortización y se comenzará por los de mayor antigüedad.