LD (M. Llamas) En apenas
tres meses (desde las elecciones generales del pasado mes de marzo), tanto el PSOE como los principales organismos de análisis económico, han pasado de la
“desaceleración” a un escenario de
“crisis”, hasta el punto de avanzar una
recesión económica (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo). Un escenario desconocido en España desde hace 15 años, tras la última crisis económica de 1993.
De hecho, el propio Banco de España trabaja ya con esta hipótesis. En su último Informe de Estabilidad Financiera (IEF), correspondiente al pasado mes de abril, el organismo regulador incluye un ejercicio de estrés (stress test) ante diferentes escenarios macroeconómicos para comprobar la resistencia de las entidades de crédito nacionales.
En concreto, los expertos trabajan sobre la posibilidad de que España sufra “cuatro trimestres consecutivos con caídas del PIB de magnitud similar a las ocurridas en la recesión de 1993”. Además, el organismo supone que a partir del cuatro trimestre, se tardarían, al menos, “dos años más en recuperar los niveles de crecimiento previos”.
Curiosamente, en su informe sobre la economía española correspondiente al pasado mes de marzo el organismo regulador ya contemplaba como "probable" un crecimiento del PIB muy inferior al que entonces anunciaba públicamente (2,4 por ciento en 2008 y 2 por ciento en 2009), tal y como avanzó
Alberto Recarte.
El Banco de España concluye ahora que el efecto de una recesión económica sobre la distribución de pérdidas acumuladas de las entidades financieras “en los próximos tres años sería un aumento considerable del riesgo de crédito”.
Aumento de pérdidas, pero solidez financiera
En concreto, “la pérdida esperada aumentaría un 57 por ciento”, mientras que la pérdida inesperada de bancos y cajas, “podría incrementarse en un 44 por ciento con respecto a su valor actual”. Sin embargo, el informe afirma que “los recursos propios acumulados por las entidades de depósito españolas serían capaces de absorber holgadamente el incremento de las pérdidas por riesgo de crédito”.
“En particular, la pérdida esperada en este escenario de stress solo alcanzaría el 70 por ciento de la suma del fondo genérico y del específico, mientras que la pérdida inesperada únicamente afectaría al 26 por ciento de los recursos propios”, añade. Y ello, teniendo en cuenta que dicho ejercicio se elabora empleando como variable los recursos propios de las entidades existentes en diciembre de 2007, “lo cual endurece adicionalmente el ejercicio de stress”.
De este modo, el Banco de España trata de constatar la “solidez” y “solvencia” del sistema financiero español, no sólo ante las turbulencias de la crisis subprime sino también ante la llegada de una recesión económica de intensidad similar a la acontecida en 1993. Pese a tratarse de un “escenario simulado”, la importancia del ejercicio radica en que los expertos del organismo regulador trabajan ya sobre esta hipótesis, como algo plausible, cuando hace apenas dos o tres meses, ninguna otra entidad, y mucho menos el Gobierno, barajaban si quiera la posibilidad de recesión a corto o medio plazo.
El Gobierno mantiene un aumento del PIB del 2,3 por ciento en 2008
De hecho, pese a que el propio ministro de Economía, Pedro Solbes, no descarta una
estanflación en España (estancamiento económico y elevada inflación), las previsiones oficiales del Gobierno, aunque revisadas a la baja, mantienen que el PIB español crecerá un 2,3 por ciento en 2008 y 2009. Es más, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, junto al propio Solbes insisten en que España se recuperará de la “desaceleración” en el segundo semestre de 2009.
Mientras, otros informes avanzan que España se verá abocada a la recesión económica, como mínimo,
hasta 2010. Las propias
cajas de ahorro acaban de reconocer un escenario similar. De este modo, el
periodo de ajuste se podría prolongar durante, al menos, cinco años, según Deutsche Bank.
El Banco de España afirma que “los coeficientes de solvencia del sistema bancario español superan ampliamente los mínimos regulatorios exigidos”. Así, a cierre de 2007, el ratio de solvencia total se ha mantenido por encima del 11,4 por ciento a pesar de reducirse 50 puntos básicos. Además, las entidades muestran un coeficiente de recursos propios sobre activo total superior al 7 por ciento. Es decir, una situación saneada y “relativamente estable en los últimos años”, según el IEF.
De este modo, concluye que el sistema financiero español podrá afrontar con solvencia las dificultades económicas derivadas tanto de la crisis internacional como nacional.
FUENTE: Banco de España
a). Datos publicados hasta la fecha de elaboración del IEF.
b). Para los bancos que han registrado pérdidas en el último trimestre de 2007, no es significativo calcular la tasa de variación del resultado
c). En este gráfico no aparecen bancos españoles, ya que ninguno ha tenido correcciones de valor relacionadas con el subprime.
Descenso "notable" del crecimiento bancario
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), ha estimado este martes que los bancos y las cajas de ahorros "han de acostumbrarse a un descenso notable de las tasas de crecimiento del negocio", y advirtió de que no volverá a producirse la disponibilidad ilimitada de recursos financieros en los mercados internacionales.
En su discurso para presentar el informe anual del instituto emisor correspondiente al ejercicio 2007, el gobernador pronostica que el crecimiento del negocio de las entidades españolas se situará "en el entorno del Producto Interior Bruto (PIB) nacional". A su parecer, es improbable que se repitan las condiciones en las que se ha desenvuelto el sistema financiero en los últimos catorce años, y no retornará la disponibilidad casi ilimitada de recursos financieros en los mercados internacionales del euro con primas por riesgo de crédito e iliquidez extraordinariamente bajas.
Es "urgente" nuevas vías de financiación y "nichos de negocio"
En este escenario, ve urgente que bancos y cajas "ensanchen sus fuentes de financiación" con esquemas permanentes de promoción y comercialización de productos en los mercados internacionales y busquen "nuevos nichos de negocio", especialmente aquellas entidades centradas en la financiación de inversión residencial.
MAFO afirma que la racionalización de las estructuras de costes y de la red de sucursales son tareas que deben acometer las entidades, ya que la desaceleración económica no va a permitir transferir hacia los clientes los mayores costes de financiación.
"Ello va a suponer presión sobre los márgenes y los beneficios en un momento en el que las tasas de morosidad van a aumentar", tal y como avanzó LD. Las entidades españolas han afrontado las restricciones de liquidez en los mercados internacionales y logrado "superar el bloqueo" con la emisión de cédulas hipotecarias por importe de unos 20.000 millones de euros, estrategia que deben mantener, según el Banco de España.
El gobernador reconoce que el bloqueo de los mercados monetarios por los efectos de las subprime ha tenido "repercusiones relevantes" en las entidades españolas. Según el informe anual del Banco de España, aunque la exposición de las entidades españolas a las hipotecas de alto riesgo estadounidenses es "muy limitada", éstas padecen el endurecimiento de las condiciones de financiación en los mercados mayoristas que provocaron las turbulencias financieras.
Además, si se prolongan estas tensiones financieras surgidas a raíz de las hipotecas basura estadounidenses, cuyo alcance y duración están siendo "muy superiores a lo inicialmente esperado", podrían afectar al dinamismo de la economía española. Algo que ya adelantan los informes internos del organismo.