LD (EFE) Este proceso no afectará al gobernador, Jaime Caruana, ni al subgobernador, Gonzalo Gil, ya que sus mandatos, que expiran en 2006, no están vinculados al cambio de Gobierno, porque el Banco de España es un organismo independiente.
Los nombramientos en el Consejo del Banco de España, muy importantes porque es el organismo que se encarga en España de supervisar la ejecución de la política monetaria, los realiza el Gobierno una vez oída la opinión del gobernador.
No obstante, estas decisiones se consensúan habitualmente con las principales fuerzas políticas del Parlamento, como ocurrió en el nombramiento de Caruana en julio del 2000 y en la renovación, un año después, de José Manuel González Páramo y de Julio Segura, el primero propuesto por el PP y el segundo por el PSOE.
Fuentes del Banco de España explicaron que, pese a la intervención de los partidos políticos, los consejeros han de ser personas de "reconocida competencia en economía o derecho", por lo que generalmente proceden del mundo académico y carecen de cariz político.
Puesto que el mandato de los consejeros Eduardo Bueno y Joaquín Muns expira en julio próximo, el Ejecutivo podría esperar a ese momento para designar a sus sustitutos y también a los de José Manuel González Páramo, que desde el 1 de junio formará parte del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, y Jaime Requeijo, recientemente jubilado. La salida de González Páramo obligará también a reestructurar la Comisión Ejecutiva, de la que forma parte junto a Caruana, Gil y Julio Segura.
Los nombramientos en el Consejo del Banco de España, muy importantes porque es el organismo que se encarga en España de supervisar la ejecución de la política monetaria, los realiza el Gobierno una vez oída la opinión del gobernador.
No obstante, estas decisiones se consensúan habitualmente con las principales fuerzas políticas del Parlamento, como ocurrió en el nombramiento de Caruana en julio del 2000 y en la renovación, un año después, de José Manuel González Páramo y de Julio Segura, el primero propuesto por el PP y el segundo por el PSOE.
Fuentes del Banco de España explicaron que, pese a la intervención de los partidos políticos, los consejeros han de ser personas de "reconocida competencia en economía o derecho", por lo que generalmente proceden del mundo académico y carecen de cariz político.
Puesto que el mandato de los consejeros Eduardo Bueno y Joaquín Muns expira en julio próximo, el Ejecutivo podría esperar a ese momento para designar a sus sustitutos y también a los de José Manuel González Páramo, que desde el 1 de junio formará parte del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, y Jaime Requeijo, recientemente jubilado. La salida de González Páramo obligará también a reestructurar la Comisión Ejecutiva, de la que forma parte junto a Caruana, Gil y Julio Segura.
Además de esos cuatro consejeros, dejará de formar parte del Consejo del Banco de España la actual directora general del Tesoro, Belén Romana, a la que previsiblemente removerá de su cargo el nuevo Ejecutivo. La dirección del Tesoro otorga un puesto como consejero nato en el Banco de España. Al término de este proceso, permanecerán en su cargo Caruana y Gil, junto a Julio Segura y Juan Muñoz, cuyos mandatos no cumplen hasta 2007 y 2006, respectivamente.