LD (EFE) Según ha explicado el presidente del BBVA, Francisco González, a los accionistas, reunidos en Bilbao en Junta Extraordinaria, la compra de Compass, la mayor realizada por el banco en sus 150 años de historia, "es una oportunidad única para crecer en Estados Unidos, crear mucho valor y dar un paso significativo en nuestra estrategia de ser un grupo global".
Con esta idea, el grupo tiene ya una importante presencia en España, Latinoamérica, especialmente en México, y ahora en Estados Unidos y en Asia, donde ya tiene sucursales en Hong Kong, Tokio y Singapur y oficinas de representación en Pekín, Shangai, Taipei y Seúl, que se unen las de Sydney y Bombay.
Con Compass, cuya adquisición se completará en el último trimestre de 2007, la franquicia del BBVA en Estados Unidos, que se llamará BBVA USA, se situará directamente en el puesto 19 de las aproximadamente 8.000 entidades financieras que operan en ese país, dijo González.
Tras esta operación, "consistente con nuestra estrategia de invertir en economías de alto crecimiento y bajo riesgo", Estados Unidos pasará a contribuir aproximadamente con un 10 por ciento de los resultados y activos totales del grupo, dijo. BBVA USA, estará integrada por cinco bancos: Valley, Laredo, State National, Texas Regional y Compass, tendrá 622 oficinas repartidas por siete estados: Texas, Alabama, Arizona, Florida, Colorado, Nuevo México y California.
Se convertirá en líder regional del llamado "Sun belt", la franja sur del país, un mercado de gran potencial, explicó González, "por su tamaño, su crecimiento y por el peso de la población hispana". Según dijo González cuando anunció la operación, el pasado febrero, la compra de Compass es una adquisición "histórica", un salto similar al que en 2000 supuso la compra de Bancomer en México, que permitirá al banco "pasar de estar en la Champions (europea) a jugar en la NBA".
Compass Bancshares tiene su sede en Birmingham (Alabama), pero opera en seis estados, tiene una plantilla de 8.800 empleados, una red de 417 oficinas, cuenta con unos activos de más de 34.000 millones de dólares y obtuvo un beneficio atribuido de 460 millones de dólares en 2006, explicó González, quien aprovechó para anunciar que Paul Jones, consejero delegado de la entidad y "artífice de su éxito", "permanecerá en el equipo del BBVA".
En cuanto a la estructura de la operación, los accionistas de Compass, explicó, podrán elegir entre recibir su contraprestación en dinero -71,82 dólares por título-, 2,8 acciones del BBVA por cada una de Compass o bien por una combinación de ambas opciones, aunque en cualquier caso, se emitirá un número concreto de títulos, por lo que, si es necesario, habrá prorrateo.
Según el BBVA, una ampliación del capital que cubra el 52% de la transacción, junto con recursos propios y el resultado de la venta "equilibrada de la cartera industrial" es "la estructura de financiación más adecuada". Asimismo, el Consejo de Administración del BBVA aprobó hoy el reparto de un dividendo de 0,152 euros por acción, que se pagará el próximo 10 de julio, el primero a cuenta del dividendo total que corresponderá al ejercicio de 2007.
Con esta idea, el grupo tiene ya una importante presencia en España, Latinoamérica, especialmente en México, y ahora en Estados Unidos y en Asia, donde ya tiene sucursales en Hong Kong, Tokio y Singapur y oficinas de representación en Pekín, Shangai, Taipei y Seúl, que se unen las de Sydney y Bombay.
Con Compass, cuya adquisición se completará en el último trimestre de 2007, la franquicia del BBVA en Estados Unidos, que se llamará BBVA USA, se situará directamente en el puesto 19 de las aproximadamente 8.000 entidades financieras que operan en ese país, dijo González.
Tras esta operación, "consistente con nuestra estrategia de invertir en economías de alto crecimiento y bajo riesgo", Estados Unidos pasará a contribuir aproximadamente con un 10 por ciento de los resultados y activos totales del grupo, dijo. BBVA USA, estará integrada por cinco bancos: Valley, Laredo, State National, Texas Regional y Compass, tendrá 622 oficinas repartidas por siete estados: Texas, Alabama, Arizona, Florida, Colorado, Nuevo México y California.
Se convertirá en líder regional del llamado "Sun belt", la franja sur del país, un mercado de gran potencial, explicó González, "por su tamaño, su crecimiento y por el peso de la población hispana". Según dijo González cuando anunció la operación, el pasado febrero, la compra de Compass es una adquisición "histórica", un salto similar al que en 2000 supuso la compra de Bancomer en México, que permitirá al banco "pasar de estar en la Champions (europea) a jugar en la NBA".
Compass Bancshares tiene su sede en Birmingham (Alabama), pero opera en seis estados, tiene una plantilla de 8.800 empleados, una red de 417 oficinas, cuenta con unos activos de más de 34.000 millones de dólares y obtuvo un beneficio atribuido de 460 millones de dólares en 2006, explicó González, quien aprovechó para anunciar que Paul Jones, consejero delegado de la entidad y "artífice de su éxito", "permanecerá en el equipo del BBVA".
En cuanto a la estructura de la operación, los accionistas de Compass, explicó, podrán elegir entre recibir su contraprestación en dinero -71,82 dólares por título-, 2,8 acciones del BBVA por cada una de Compass o bien por una combinación de ambas opciones, aunque en cualquier caso, se emitirá un número concreto de títulos, por lo que, si es necesario, habrá prorrateo.
Según el BBVA, una ampliación del capital que cubra el 52% de la transacción, junto con recursos propios y el resultado de la venta "equilibrada de la cartera industrial" es "la estructura de financiación más adecuada". Asimismo, el Consejo de Administración del BBVA aprobó hoy el reparto de un dividendo de 0,152 euros por acción, que se pagará el próximo 10 de julio, el primero a cuenta del dividendo total que corresponderá al ejercicio de 2007.