L D (EFE) Kerviel, que según la fiscalía ha mostrado en todo momento voluntad de cooperación, sigue arrestado y declarando en la brigada financiera de París, donde deberá permanecer al menos 24 horas más arrestado, debido a la dificultad de la investigación. Mientras éste, de 31 años, fue inicialmente considerado el principal sospechoso, ahora se plantean nuevas incógnitas sobre el caso. Y es que las dudas de que Kerviel, invirtiendo en mercados de riesgo e informando de otras inversiones ficticias para equilibrar los balances, consiguiese llegar hasta donde lo hizo, son cada vez mayores.
El registro de su apartamento en Neuilly-sur-Seine no ha aportado nuevos datos, pero sí lo ha hecho el de la sede central de Société Genérale: el hecho de que la entidad no denunciase antes el caso hace pensar que hubo cómplices, y de que la misma pudo estar manejando información privilegiada durante un lapso de tiempo –el flujo de acciones de la compañía aumentó-.
Ello ha obligado a Société Genérale a hacer público su comunicado, y a afirmar que fue necesario librarse de esos activos de forma controlada durante tres días –hasta la noche del día 23- para respetar los límites que marcaban los mercados (es decir, respetando el límite del 8 por ciento de volúmenes tratados en los índices de futuros concernidos, que eran el Eurostoxx, el Dax y el FTSE), y que sólo cuando ésta operación de venta se cerró fue cuando se registraron los 4.900 millones de pérdidas.
Esto, según Société Genérale, indica Kerviel actuó en solitario utilizando sus conocimientos de los procesos internos del banco –y usurpando códigos y robando documentos- para generar el fraude, que la entidad afirma no conoció hasta el día 18.Mientras todo esto tiene lugar, el mismo Nicolas Sarkozy ha señalado la necesidad de transparencia, y que se respeten "las reglas del capitalismo".