LD (Europa Press) Esta iniciativa se inscribe en el plan de rescate para entidades en dificultades que el Gobierno ultima con el Banco de España y consulta con el PP de cara a ampliar el eventual consenso entre los dos principales partidos al resto de grupos parlamentarios para afrontar la consolidación del sistema financiero con una sola voz.
La absorción de una caja por parte de un banco requeriría cambios normativos que han encontrado la oposición frontal tanto de agentes del sector financiero como del mundo político implicado en la gestión de las cajas, por lo que el Gobierno prevé sortear este obstáculo a través de una vía indirecta.
Tras desechar un cambio en la Ley de Cajas de Ahorros para aminorar el componente político en este tipo de entidades, el Gobierno y el Banco de España contemplan que los bancos puedan comprar activos y sucursales de las cajas de ahorros sin necesidad de que se produzca una integración jurídica de entidades.
"Si los bancos pueden comprar activos y oficinas de cajas, a efectos prácticos se está produciendo una integración, sin que a efectos jurídicos cambie nada, ya que no se producen movimientos de consolidación directa, sino indirectamente", explicaron las fuentes consultadas por Europa Press.
El objetivo del plan de rescate es facilitar la reordenación de un sistema financiero en el que algunas entidades presentan problemas de solvencia, principalmente por su exposición al ladrillo, y que cuenta con una red de oficinas sobredimensionada a raíz de la expansión llevada a cabo durante la última época de bonanza.
Cajas enteras o a trozos
La absorción de cajas de ahorros, tanto enteras como troceadas, por parte de otras cajas en mejor situación o por parte de bancos con más capacidad de optimizar su negocio supondría uno de los primeros recursos que contempla el plan de rescate para evitar la quiebra o liquidación de entidades antes de inyectar dinero.
No obstante, un alto directivo de un banco español que prefiere mantenerse en el anonimato subrayó a este respecto el desinterés de muchos bancos, sobre todo de gran tamaño, por asumir cajas de ahorros. "Hemos dicho al Gobierno que los niños con los niños y las niñas con las niñas", ilustró de forma gráfica.
El Banco de España, que mantiene un seguimiento al día sobre la situación interna de bancos y cajas y, por tanto, tiene identificadas claramente las entidades más frágiles en términos de solvencia, sugiere en la actualidad diversas integraciones basándose en criterios puramente financieros.
No obstante, si los esquemas de reordenación que plantea el organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordoñez no fructifican por el desinterés de los actores implicados o por obstáculos políticos, se pasaría a la segunda fase, que implica la inyección de capital a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Este colchón con que cuentan bancos y cajas por separado, está dotado con menos de 4.500 millones de euros en conjunto, recursos que se engordarán significativamente a través del remanente de la liquidez del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) que no ha salido a subasta, unos 80.000 millones de euros.
Las pujas de liquidez realizadas hasta este momento por el Tesoro a cambio de activos financieros de máxima calidad se han saldado con la adjudicación de casi 20.000 millones de euros, pero desde el pasado mes de enero no se ha vuelto a organizar ninguna subasta, ya que se han suavizado los problemas de acceso a la liquidez en los mercados mayoristas y las entidades han logrado colocar deuda tanto con aval del Estado como si él.
De esta forma, quedan algo más de 80.000 millones de euros del total de 100.000 millones contemplados inicialmente dentro del FAAF que el Ministerio de Economía y Hacienda podría destinar a engrosar los recursos del FGD sin que fuera necesario realizar ninguna dotación adicional.