L D (EFE) El principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, cayó 250 puntos, el 2,29 por ciento, hasta 10.661,40 puntos, nivel que no registraba desde finales de enero de 2006 y que le otorga unas pérdidas en este ejercicio del 29,78 por ciento.
A pesar del rescate de la aseguradora AIG por la Reserva Federal y de la posible compra de Halifax por Lloyds, los mercados europeos, presionados por las pérdidas del sector financiero y por la caída del 3 por ciento de Wall Street, no podían mantener las ganancias matinales y registraban pérdidas ligeramente superiores al 2 por ciento al cierre.
A pesar del rescate de la aseguradora AIG por la Reserva Federal y de la posible compra de Halifax por Lloyds, los mercados europeos, presionados por las pérdidas del sector financiero y por la caída del 3 por ciento de Wall Street, no podían mantener las ganancias matinales y registraban pérdidas ligeramente superiores al 2 por ciento al cierre.
De esta manera, el principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, cayó 250 puntos, el 2,29 por ciento, hasta 10.661,40 puntos, nivel que no registraba desde finales de enero de 2006 y que le otorga unas pérdidas en este ejercicio del 29,78 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,41 dólares, Milán bajó el 2,52 por ciento; el índice Euro Stoxx50, el 2,26 por ciento; Londres, el 2,25 por ciento; París, el 2,14 por ciento, y Fráncfort, el 1,75 por ciento.
La bolsa española comenzaba la sesión con una subida del 1,8 por ciento que le permitía rozar el nivel de 11.100 puntos, animada por el avance del 1,3 por ciento de Wall Street en la víspera y la noticia del rescate de la aseguradora AIG por la Reserva Federal -banco central estadounidense-.
Esta noticia había impulsado a Tokio esta madrugada, que ganó el 1,2 por ciento, y continuaba estimulando la recuperación de la banca nacional, que también se aprovechaba de algunos rumores de fusión y de la posible compra de Halifax por Lloyds.
Aunque repuntaba la cotización del petróleo Brent -iniciaba la jornada en 93 dólares- y el tipo de cambio del euro se aproximaba a 1,43 dólares, la bolsa española pasó buena parte de la mañana y las primeras horas de la tarde por encima de 11.000 puntos, con ganancias que rondaban el 1 por ciento.
Sin embargo, el mercado hubo de afrontar algunos problemas, como la suspensión de la negociación en la bolsa rusa y la previsión de que Wall Street abriría a la baja. Así, las ganancias del mercado se esfumaron antes de la apertura de Wall Street -15.30 horas-, y la bolsa española descendía en poco más de una hora de 11.000 a 10.800 puntos.
Además, contribuían a este cambio de tendencia la caída del 6,2 por ciento de la construcción de nuevas viviendas en agosto en los Estados Unidos y aumento del déficit por cuenta corriente de este país hasta el 5,1 por ciento del PIB liquidó las ganancias de la bolsa española.
En el mercado neoyorquino imaginaban que el salvamento de AIG no podría frenar los problemas del sector financiero, como reflejaban las pérdidas de sus cotizaciones, y encima se hablaba de que Morgan Stanley estaba interesada en fusionarse.
Mientras el mercado neoyorquino bajaba el 2 por ciento y el petróleo Brent volvía a acercarse a 93 dólares por barril, pese al descenso de las reservas estadounidenses, la bolsa agrandaba sus pérdidas, arrastrada por los bancos.
Al final de la sesión, el Brent volvía a negociarse a menos de 90 dólares, pero Wall Street perdía más del 3 por ciento, lo que condicionaba el cierre bursátil en el mínimo del ejercicio, 10.661,4 puntos, nivel similar al registrado el 24 de enero de 2006.
De los grandes valores, Banco Santander perdió el 5,58 por ciento; BBVA, el 3,97 por ciento; Iberdrola, el 1,41 por ciento, y Telefónica, el 0,3 por ciento. Subió Repsol, el 0,59 por ciento.
Iberdrola Renovables encabezó las pérdidas del Ibex con una caída del 6,56 por ciento; Técnicas Reunidas bajó el 6,22 por ciento, seguida de Banco Santander y de Endesa, que cedió el 5,53 por ciento, en tanto que Banesto cayó el 5,26 por ciento y Acerinox, el 5,03 por ciento.
En el Ibex subieron seis empresas, con Inditex a la cabeza al ganar el 0,94 por ciento, tras publicar un aumento del 3 por ciento de su beneficio semestral, mientras que Mapfre avanzó el 0,69 por ciento; Cintra, el 0,65 por ciento; Unión Fenosa y Repsol, el 0,59 por ciento, y Sacyr, el 0,32 por ciento.
En el mercado continuo destacó la caída de Inmobiliaria Colonial, el 11,11 por ciento, mientras que Testa Inmobiliaria presidió las ganancias al subir el 8,84 por ciento.
En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años se mantenía en el 4,49 por ciento. El dinero negociado en el mercado continuo ascendía a 4.703 millones, de los que algo más de 1.100 procedían de operaciones concertadas entre inversores institucionales.
En Europa, con el euro en 1,41 dólares, Milán bajó el 2,52 por ciento; el índice Euro Stoxx50, el 2,26 por ciento; Londres, el 2,25 por ciento; París, el 2,14 por ciento, y Fráncfort, el 1,75 por ciento.
La bolsa española comenzaba la sesión con una subida del 1,8 por ciento que le permitía rozar el nivel de 11.100 puntos, animada por el avance del 1,3 por ciento de Wall Street en la víspera y la noticia del rescate de la aseguradora AIG por la Reserva Federal -banco central estadounidense-.
Esta noticia había impulsado a Tokio esta madrugada, que ganó el 1,2 por ciento, y continuaba estimulando la recuperación de la banca nacional, que también se aprovechaba de algunos rumores de fusión y de la posible compra de Halifax por Lloyds.
Aunque repuntaba la cotización del petróleo Brent -iniciaba la jornada en 93 dólares- y el tipo de cambio del euro se aproximaba a 1,43 dólares, la bolsa española pasó buena parte de la mañana y las primeras horas de la tarde por encima de 11.000 puntos, con ganancias que rondaban el 1 por ciento.
Sin embargo, el mercado hubo de afrontar algunos problemas, como la suspensión de la negociación en la bolsa rusa y la previsión de que Wall Street abriría a la baja. Así, las ganancias del mercado se esfumaron antes de la apertura de Wall Street -15.30 horas-, y la bolsa española descendía en poco más de una hora de 11.000 a 10.800 puntos.
Además, contribuían a este cambio de tendencia la caída del 6,2 por ciento de la construcción de nuevas viviendas en agosto en los Estados Unidos y aumento del déficit por cuenta corriente de este país hasta el 5,1 por ciento del PIB liquidó las ganancias de la bolsa española.
En el mercado neoyorquino imaginaban que el salvamento de AIG no podría frenar los problemas del sector financiero, como reflejaban las pérdidas de sus cotizaciones, y encima se hablaba de que Morgan Stanley estaba interesada en fusionarse.
Mientras el mercado neoyorquino bajaba el 2 por ciento y el petróleo Brent volvía a acercarse a 93 dólares por barril, pese al descenso de las reservas estadounidenses, la bolsa agrandaba sus pérdidas, arrastrada por los bancos.
Al final de la sesión, el Brent volvía a negociarse a menos de 90 dólares, pero Wall Street perdía más del 3 por ciento, lo que condicionaba el cierre bursátil en el mínimo del ejercicio, 10.661,4 puntos, nivel similar al registrado el 24 de enero de 2006.
De los grandes valores, Banco Santander perdió el 5,58 por ciento; BBVA, el 3,97 por ciento; Iberdrola, el 1,41 por ciento, y Telefónica, el 0,3 por ciento. Subió Repsol, el 0,59 por ciento.
Iberdrola Renovables encabezó las pérdidas del Ibex con una caída del 6,56 por ciento; Técnicas Reunidas bajó el 6,22 por ciento, seguida de Banco Santander y de Endesa, que cedió el 5,53 por ciento, en tanto que Banesto cayó el 5,26 por ciento y Acerinox, el 5,03 por ciento.
En el Ibex subieron seis empresas, con Inditex a la cabeza al ganar el 0,94 por ciento, tras publicar un aumento del 3 por ciento de su beneficio semestral, mientras que Mapfre avanzó el 0,69 por ciento; Cintra, el 0,65 por ciento; Unión Fenosa y Repsol, el 0,59 por ciento, y Sacyr, el 0,32 por ciento.
En el mercado continuo destacó la caída de Inmobiliaria Colonial, el 11,11 por ciento, mientras que Testa Inmobiliaria presidió las ganancias al subir el 8,84 por ciento.
En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años se mantenía en el 4,49 por ciento. El dinero negociado en el mercado continuo ascendía a 4.703 millones, de los que algo más de 1.100 procedían de operaciones concertadas entre inversores institucionales.