LD (Agencias) El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha clasificado como nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) el incendio de un generador eléctrico en la central nuclear de Vandellós II, y explicó que el incidente no tuvo ninguna consecuencia radiológica.
El organismo también ha señalado que los sistemas de seguridad de la central respondieron "correctamente" manteniendo a la planta en condiciones de "parada segura" en todo momento. No obstante, enviará una inspección a la central para conocer en detalle el alcance de los daños producidos por el incendio que sufrió este domingo un generador eléctrico de la central y verificar las circunstancias que provocaron la prealerta de emergencia. De momento, la central permanecerá parada varias semanas.
Asimismo, la entidad ha decidido convocar al Comité de enlace, en el que están representadas todas las empresas propietarias de activos nucleares, para realizar un seguimiento de los últimos incidentes en las plantas y analizar los planes de actuación de los titulares.
El suceso se inició con una parada automática del reactor a las 08.49 horas debido a un fallo en el interruptor de generación del turboalternador. Se produjo, posteriormente, un incendio en el edificio de turbina que duró más de 10 minutos, por lo que se declaró la prealerta de emergencia desde las 09.07 horas hasta las 10.30, momento en el que el incendio quedó totalmente extinguido sin que éste afectase a la zona nuclear de la planta.
Según el CSN, el fallo inicial dañó el interruptor principal. El incendio posterior afectó principalmente a la zona del edificio de turbina que se encuentra inmediatamente debajo del generador eléctrico principal. El titular de le central está evaluando con detalle las causas del incendio y el alcance de los daños, tarea en la que colaboran técnicos de las empresas especialistas de los equipos afectados ABB y Siemens.
La central permanecerá parada hasta que se valoren los daños, momento el que "se podrán determinar los medios y el tiempo necesarios para su reparación". Además, los daños sufridos por los sistemas afectados impiden, por el momento, la operación de la planta.
Los ecologistas no se fían
Por su parte, los grupos ecologistas Greenpeace y Ecologistas en Acción han dicho que el incendio se debió a un escape de hidrógeno, un gas que al entrar en contacto con el oxígeno del aire provocó la deflagración. En un comunicado, ambas organizaciones sostienen "de fuentes bien informadas" que una fuga de hidrógeno "produjo el incendio" en la sala de turbinas de la planta tarraconense, por lo que piden al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que publique las causas y aclare los problemas y fallos ocurridos en el edificio de turbinas de la central nuclear antes del accidente.
En ese sentido, ambas organizaciones solicitan al CSN que permita la entrada en la central de observadores independientes para verificar el estado en que han quedado los equipos del interior del edificio siniestrado y para poder apreciar si "el incendio ha sido de pequeñas dimensiones" y "pequeño en extensión", como ha declarado el subdirector general de Emergencias del CSN, Eugenio Gil.
Además, piden al Consejo que haga público un informe con el registro histórico de incidentes y fallos de la turbina de esta central nuclear, de los posibles casos de fugas de hidrógeno que haya podido tener o de los problemas técnicos de los diferentes componentes estructurales de la turbina.
Greenpeace y Ecologistas en Acción reiteran su preocupación por la importancia de este tipo de incidentes y recuerdan que los incendios en las turbinas han sido en muchas ocasiones desencadenantes de accidentes graves, como el sufrido en 1989 en la central de Vandellós-1, que llevó a su cierre definitivo.